La invasión rusa de Ucrania podría costar «de un punto a un punto y medio» de crecimiento en Europa según la duración del conflicto, mientras la inflación crecería «de dos a dos puntos y medio», advirtió la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone.
La economista dijo al diario francés Journal du Dimanche que «el grado de incertidumbre es elevado» en cuanto a las proyecciones, por lo que considera que será necesaria «una reflexión profunda sobre los temas fundamentales, como la seguridad alimentaria, energética y digital, así como la organización del comercio».
Consultada sobre el aumento de precios generalizados por la guerra en Ucrania, señaló que el conflicto «presiona al alza los anticipos de precio de cereales y fertilizantes de los cuales Rusia y Ucrania son exportadores», y que «puede afectar no solo las cosechas de este año, sino también las de 2023».
La experta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indicó que el choque «no es comparable con el de los años 1970, porque las instituciones son diferentes».
«La inflación será elevada este año, pero podría comenzar a bajar en 2023 en función de la evolución de la guerra», agregó.
En respuesta, defendió «elaborar políticas presupuestarias dirigidas a ayudar a los hogares y las empresas a superar la crisis».
«Las restricciones a las exportaciones deben ser evitadas, nunca han dado buenos resultados en el pasado, al contrario», sostuvo la economista.
«Los medidas fiscales selectivas ayudarán a la política monetaria al anclar las expectativas de inflación, al tiempo que preservan el poder adquisitivo de los más vulnerables sin poner en riesgo la transición energética», aseguró.