Por TIM DAHLBERG
Agencia Ap
Andy Ruiz Jr. ha escuchado todas las bromas acerca de su sobrepeso. Y entiende que tiene una reputación que restaurar.
El exmonarca de los pesados sabe también que la pelea que marcará su regreso, mañana ante Chris Arreola de 40 años, ha suscitado cuestionamientos, tanto por la calidad del oponente como por el precio que los televidentes tendrán que desembolsar para mirarla.
Pero así es el espectáculo. Y Ruiz promete que habrá mucha acción en el fin de semana previo a los festejos del 5 de Mayo.
La contienda entre dos mexico-estadounidenses constituye uno de los primeros pasos de Ruiz si es que quiere recuperar el título que ganó de una forma absolutamente inesperada hace dos años, cuando noqueó a Anthony Joshua.
Es cierto, cuando comenzó su campamento de entrenamientos pesaba 310 libras (140 kilogramos). Pero quienes paguen 49,95 dólares podrán ver desde sus casas si Ruiz se toma realmente en serio el objetivo de recuperar el cetro.
Está por verse cuánto habría que celebrar, considerando que Arreola difícilmente está en sus mejores años. Pero los regresos deben comenzar en algún lado, y éste se pondrá en marcha con una emisión de «pago por ver» ante un veterano que está curtido y lanza muchos golpes.
No obstante, Arreola ha ganado sólo dos peleas en cinco años y ha tenido también problemas de sobrepeso.
Desde luego, ningún regreso sería atractivo si no tuviera antecedentes de redención y renovación. En el caso de Ruiz hay eso y más, incluido un nuevo entrenador y la apasionante historia que vivió hasta convertirse repentinamente en campeón mundial sólo para darse cuenta de que no estaba listo para revalidar su título.
Según Ruiz, su mayor error consistió en permitir que el campeonato se le subiera a la cabeza. Es difícil culparlo por ello, puesto que pocos le daban posibilidades de triunfo cuando estremeció al mundo del boxeo al quitarle el invicto al británico Joshua en el Madison Square Garden.
Para la revancha realizada en diciembre de 2019 en Arabia Saudí, la báscula es el mejor testigo de lo ocurrido. Ruiz registró un peso de 283,5 libras (128 kilogramos) y evidenció una falta total de acondicionamiento físico y de deseo.
Perdió por decisión unánime ante Joshua, y fue despojado del título en su primera defensa.
Ahora Ruiz tiene un nuevo entrenador, ha perdido unas 60 libras (27 kilos) desde el comienzo del entrenamiento para pelear contra Arreola y tiene una nueva perspectiva de lo que significa ser un campeón.
Chocará con Arreola en una contienda pactada a 12 asaltos en el Dignity Health Sports Park de Carson, California, donde se permitirá el ingreso de apenas unos cuantos espectadores, ante las restricciones por la pandemia.
No está exactamente abajo, pero tiene que buscar la manera de volver a lo más alto. Joshua lo ha hecho y espera librar dos pleitos ante Tyson Fury este año, aunque ninguno está formalmente pactado.
Así que la vía hacia otro cinturón de los pesados no luce muy despejada.
Pero Ruiz se dice motivado por la posibilidad de recuperar lo que tuvo. Y se ha vinculado con Eddy Reynoso, el entrenador del mexicano Saúl «Canelo» Álvarez, con el objetivo de disciplinarse.
Asegura que ha aprendido mucho por estar cerca de Álvarez, considerado por muchos el mejor púgil del mundo libra por libra.
Sobre todo, el boxeador de 31 años tuvo que aprender mucho de sí mismo. Las juergas se fueron, lo mismo que el comer en demasía. Sólo así podía sentirse cómodo de nuevo en el cuadrilátero.
«Lo principal es que adquirimos disciplina, que es algo que no se puede comprar», dijo. «Es algo que hay que aprender por uno mismo y hay que desearlo. La disciplina es lo principal, y los fundamentos en los que hemos trabajado, que incluyen moverme más una vez que perdí algo de peso. Fuimos poco a poco. Empecé a aprender nuevas capacidades que probablemente ya tenía pero que ahora sé usar».
Ruiz prevé pelear de nuevo en diciembre, si es que se impone sobre Arreola. Cree que eventualmente puede librar un nuevo pleito por la corona.
Quiere también demostrar a los aficionados que se merece un lugar en la elite de los pesados, pese a su deslucido desempeño en la revancha con Joshua.