En esta foto del viernes 16 de abril de 2021, el técnico de Tottenham José Mourinho previo al partido contra Everton por la Liga Premier inglesa. Foto: La Hora/AP

LONDRES/AP

Si el desenlace fue más prematuro de lo habitual para José Mourinho, la manera resultó demasiado normal.

La apatía en el vestuario y la desilusión por su tácticas le costaron a Mourinho su más reciente empleo en la Liga Premier inglesa, con Tottenham despidiendo el lunes al técnico portugués tras apenas 17 meses al frente del club de Londres.

Se trata del ciclo más efímero de Mourinho en un club desde que irrumpió como el altivo entrenador del Porto en 2002.

Inusualmente para alguien que coleccionó títulos por doquier desde entonces, Mourinho se marcha del norte de Londres sin trofeo — otro detalle inédito desde aquellos primeros días en el Porto.

Ello podría cambiar el domingo, cuando Tottenham enfrente al Manchester City en la final de la Copa de la Liga Inglesa en el estadio Wembley

Mourinho no dispondrá de la oportunidad.

“José y su cuerpo técnico nos ha acompañado en algunos de los momentos más complicados como club”, dijo el presidente ejecutivo de Tottenham Daniel Levy al anunciar en un comunicado la salida de Mourinho, quien tenía un contrato que acaba al final de la temporada 2022-23.

“José es un auténtico profesional que demostró una enorme tenacidad durante la pandemia. A nivel personal disfruté haber trabajado con él y lamento que las cosas no funcionaron como ambos habíamos imaginado”, añadió Levy.

Se va uno de los técnicos que más cobra y de mayor experiencia en el fútbol mundial. Al frente queda un debutante de 29 años en la figura de Ryan Mason, quien dirigía las inferiores de los Spurs.

Mason se retiró como jugador en 2018 por razones médicos tras no poder recuperarse plenamente de una fractura de cráneo por un choque de cabezas durante un partido de la Liga Premier el año previo.

Mason asume interinamente de un equipo que ve peligrar clasificarse a la próxima edición de la Liga de Campeones — hundido en un séptimo puesto en la Premier, cinco puntos detrás del cuarto West Ham. Pero que mantiene tal jerarquía que figura dentro de los 12 clubes fundadores de la polémica Superliga europea.

Mourinho fue contratado en noviembre de 2019 para sustituir a Mauricio Pochettino, quien desafió los pronósticos al llevar al equipo de Londres a la final de la Liga de Campeones antes que se desmoronasen la siguiente temporada.

Mourinho no pudo clasificar a Tottenham de vuelta a la Champions y el equipo ha vuelto a derrumbarse esta temporada. Los Spurs alcanzaron la cima de la Liga Premier en diciembre, con Harry Kane y Son Heung-min conformando una letal sociedad en el ataque.

Pero una mala racha de resultados lo tiene en la séptima plaza.

El malestar por las tácticas y métodos de Mourinho afloró en los últimos meses, con Tottenham eliminado en los octavos de final de la Liga Europa tras una inesperada derrota 3-0 ante el Dínamo de Zagreb.

En algo inusual para Mourinho, su equipo fue muy propenso a dejarse remontar el marcador.

Su último partido acabó en un empate 2-2 de visita a Everton el viernes, con Kane saliendo renqueante en los descuentos debido a una lesión en el tobillo que podría impedirle jugar en la final de copa el domingo.

Su Tottenham había perdido la identidad, frágil en su retaguardia. Tampoco le ayudó la frase que disparó tras un empate 2-2 en Newcastle, otro partido en el que los Spurs encajaron un gol postrero.

Al preguntársele por qué Tottenham no podía defender una ventaja, Mourinho respondió: “mismo técnico, jugadores diferentes”.

El desenlace fue semejante a sus últimos días en Chelsea (su segundo ciclo entre 2013-15) y Manchester United, donde acabó peleado con los jugadores.

Su total de 10 derrotas en la actual Premier es la mayor cantidad es la mayor cantidad acumulado por un equipo dirigido por Mourinho.

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