Por HOWARD FENDRICH
Agencia Ap
Novak Djokovic no demoró mucho en establecer con sinceridad sus intenciones: de ahora en adelante, lo único que le importa es darles alcance a Roger Federer y Rafael Nadal en la tabla histórica de los Grand Slams.
Nada que ver con ganar torneos de segundo nivel o seguir jugando para mantenerse como el número 1 del mundo.
El serbio de 33 años tiene un único y esencial objetivo. Quiere aumentar su colección de 18 campeonatos en las grandes citas -acaba de alcanzar la cifra con su novena corona en el Abierto de Australia ayer- y no se dará por satisfecho hasta dejar atrás a Federer y Nadal, quienes comparten el récord masculino con 20.
«Ya han hecho historia. Han dejado una huella tremenda en nuestro deporte», dijo Djokovic. «¿Que si pienso en ganar más Slams y romper récords? Desde luego que sí. Y la mayor parte de mi atención y energía desde este día, hasta que me retire del tenis, se enfocará en los majors, tratar de ganar más trofeos de majors».
Todo ello está bien. No hay necesidad de fingir.
Y no existe ningún requisito de que deba competir o presentarse en plazas salvo en donde realmente quiere estar. Todo lo que importa para Djokovic, desde un punto de vista tenístico, es acumular Slams, y jugar con menos frecuencia le permitirá dosificar su físico, algo justificado en alguien que se operó el codo derecho hace tres años y que estuvo a punto de ver descarrilado su recién finalizado Abierto de Australia por el desgarro de un músculo abdominal.
Es algo que no se aparte de lo que el propio Federer o Serena Williams, dueña de 23 coronas de Slam, han hecho durante los últimos años.
«Creo que el 99,9% de los jugadores -chicos que empuñan una raqueta- empiezan a soñar lo que quieran lograr. Es un Grand Slam, ganar un major», explicó Djokovic tras su avasallador desempeño para vencer 7-5, 6-2, 6-2 a Daniil Medvedev en la final en el Melbourne Park.
«No me siento viejo o cansado o nada así», señaló. «Pero entiendo que, biológicamente y realísticamente, las cosas son distintas a lo que eran hacen 10 años para mí».
A ello hay que añadir que su más reciente consagración en el Abierto de Australia le aseguró seguir en la cima del ranking de la ATP hasta el 8 de marzo.
Será cuando alcance las 311 semanas como el número 1 en su carrera, una más que el total de Federer, otro objetivo en la mira de Djokovic.
«Cuando vas por el número 1 del ranking, hay que jugar durante toda la temporada, y hay que jugar bien; jugar en todos los torneos. Mis objetivos se adaptarán y cambiarán un poco, lo que significa que tendré que ajustar mi calendario», dijo Djokovic. Voy a tener una oportunidad que, como padre y esposo, voy a disfrutar».
Una parte del cálculo es que nadie sabe, desde luego, si Federer, quien lleva más de un año sin jugar tras ser intervenido dos veces en la rodilla y cumplirá 40 años de edad en agosto, o Nadal, de 34 años, seguirán ganando más majors – o cuántos más.
Huelga recordar que hasta que Federer, Nadal y Djokovic aparecieron en escena, ningún otro hombre había alcanzado los 14 títulos de Grand Slam de Pete Sampras. Y aquí estamos, 20 años después del retiro de Sampras, y ha sido rebasado por un trío de hombres, y por mucho.
«Estamos hablando de unos cíborgs del tenis, en el mejor sentido de la palabra», dijo Medvedev, refiriéndose a la longevidad y éxito sin precedentes de los llamados Tres Grandes. «Son sencillamente increíbles»
El entrenador de Djokovic, Goran Ivanisevic, pronosticó que Nadal se adjudicará «uno o dos más» campeonatos en el Abierto de Francia, donde atrapó el 13ero en octubre pasado.
Esa es la única instancia de un hombre con más títulos de individuales en un grande que el total de Djokovic en Australia. El máximo de Federer son sus ocho en Wimbledon.
Todos han completado la colección de coronas de los Grand Slams.
«Roger y Rafa me inspiran. Es algo que he mencionado anteriormente. Y lo repito. Mientras ellos sigan, yo seguiré», afirmó Djokovic. «De cierta manera, es como una carrera de quien jugará más tenis y, supongo, quién gana más. Es una competición entre nosotros en todas las áreas. Pero creo que esa es la razón en particular por la que somos lo que somos, nos motivamos y nos exigimos hasta el límite».