MELBOURNE
Agencia (AP)
Jennifer Brady formó parte del grupo de 72 jugadores que tuvo que realizar una dura cuarentena de dos semanas -sin dejar su habitación de hotel, por ningún motivo- debido a que posiblemente estuvo expuesta al COVID-19 en uno de los vuelos fletados que los llevaron al país en enero.
Brady es la única integrante de este grupo que alcanzó las semifinales individuales en el Melbourne Park.
La estadounidense de 25 años cree que esta inusual experiencia podría haberle ayudado en el camino que la llevó a citarse el jueves en las semifinales contra la checa Karolina Muchova.
«Mentalmente me sentía un poco cansada, siendo honesta. Creo que usé ese tiempo para renovarme mentalmente y también físicamente. Sólo darle a mi mente, mi cuerpo, un poco de descanso», admitió la 22ma preclasificada.
La ganadora del duelo entre Brady o Muchova alcanzará su primera final de Grand Slam. Brady alcanzó las semifinales del Abierto de Estados Unidos en septiembre, instancia en la que perdió ante la eventual campeona Naomi Osaka.
La otra semifinal femenina en el Melbourne Park será disputado por Serena Williams, campeona de 23 grandes, y Osaka, ganadora de tres.
«Diría que no tenía muchas expectativas de si lo haría bien», reconoció Brady, quien superó a Jessica Pegula por 4-6, 6-2, 6-1 en un duelo de cuartos netamente estadounidense entre dos amigas y anterior pareja de dobles. «Salí de la cuarentena y fuimos lo suficientemente afortunadas de tener un torneo aparte los que estuvimos en la cuarentena intensa. Fui afortunada de contar con un par de partidos antes de comenzar el Abierto de Australia».