MELBOURNE, Australia
Agencia (AP)
Otras tres personas asociadas al Abierto de Australia dieron positivo en COVID-19 en Melbourne, elevando a 10 el número de positivos relacionados con el torneo del Gran Slam, que comienza el 8 de febrero.
Las autoridades están «muy seguras» de que uno de los casos era un tenista que estaba dejando atrás la infección y no era contagioso, indicó la ministra de Servicios de Emergencias del estado de Victoria, Lisa Neville, que confirmó las cifras.
El jugador ya estaba en confinamiento estricto porque había llegado en un vuelo a Melbourne con otro caso positivo. Los otros dos nuevos pacientes eran un jugador y su persona de apoyo.
Los 10 positivos implican que un total de 72 jugadores siguen en confinamiento estricto por considerarse contactos estrechos de las personas contagiadas que llegaron a Melbourne en tres vuelos arrendados desde Abu Dhabi, Doha y Los Ángeles.
Un total de 17 vuelos arrendados llegaron a Australia la semana pasada a lo largo de tres días, para que los tenistas y sus equipos pudieran cumplir la cuarentena obligatoria de 14 días antes del torneo.
El director del Abierto de Australia, Craig Tiley, dijo que se habían hecho 3.200 pruebas a más de 1.200 jugadores, personal de apoyo y trabajadores del torneo.
«Estamos en nuestro sexto día y por ahora los números han sido muy bajos, y si hay casos activos irán directos al hotel medicalizado», dijo hoy a la televisora Australian Broadcasting Corp.
Tiley criticó a la «minoría» de jugadores que, según dijo, seguían quejándose en medios sociales sobre las condiciones del hotel en cuarentena.
«Culturalmente hay una estrategia diferente en la gestión del virus», dijo. «Aquí en Victoria y en Australia estamos orgullosos de cómo lo hemos hecho y hemos protegido a la comunidad. Seguiremos haciéndolo».
Tennis Australia declinó entregar a The Associated Press una lista de los 72 tenistas afectados, aunque muchos revelaron su situación en medios sociales.
Las fronteras internacionales de Australia están en su mayoría cerradas, aunque hay excepciones en circunstancias especiales. Todos los recién llegados deben hacer una cuarentena obligatoria.
El estado de Victoria, que tiene a Melbourne como su capital, registró 810 de la 909 muertes de COVID-19 en Australia, la mayoría durante una letal segunda oleada hace tres meses que provocó toques de queda y cuarentenas en la ciudad.