MADRID/Europa Press
El FC Barcelona superó (0-1) su visita a la SD Huesca este domingo en la jornada 17 de LaLiga Santander, un primer paso a medias en el 2021, año que confían sea el del resurgir, ya que perdonaron mucho, aunque sacaron un triunfo obligado con el solitario gol de Frenkie de Jong a la media hora.
Los de Ronald Koeman se tomaron en serio el duelo ante el colista, con un primer tiempo casi de exhibición. Sin embargo, aun con ocasiones, el problema esta vez fue el de la falta de puntería y, con el resultado corto, sufrió algo de incertidumbre.
Messi y Pedri fueron una vez más la gran esperanza azulgrana. Entre el argentino y el canario generaron las mejores y más bonitas ocasiones, mientras que Dembélé también dio profundidad y opciones de gol sin acierto. No tuvo sitio en el once Griezmann, y sí Braithwaite, pero de nuevo el Barça perdonó.
Al menos no regaló, otro de los problemas de este Barça. Los de Koeman estuvieron concentrados y fueron verticales. Dembélé tuvo la primera clara, que salvó Pulido con toda la cara. La posesión del Barça rondaba el 75% y las llegadas al área local se sucedían, desde segunda línea, con Pedri errando una muy clara de cabeza.
⏰ ¡Final del partido!
⚔ #HuescaBarça (0-1)
⚽ @DeJongFrenkie21
?? #ForçaBarça pic.twitter.com/qIsge5LY53— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) January 3, 2021
En otra internada desde atrás, De Jong sí acertó a mandar a la red un centro con toda la intención de Messi. El argentino también tuvo el gol de falta directa, pero Álvaro Fernández se confirmó como el mejor de los de Míchel. El Huesca apenas logró salir de su campo, a pesar de que el Barça fue bajando algo la intensidad.
El plan local parecía ese, aguantar el chaparrón y esperar la habitual relajación del equipo culé. Aún tuvo que sudar el Huesca, ya que en la reanudación Dembélé siguió desbordando y Pedri frotando la lámpara, pero el disparo a la red de la sentencia no llegó. Los de Koeman bajaron el ritmo y el Huesca vio su momento.
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Rafa Mir obligó de tacón a Ter Stegen ya en la línea de gol y Míchel hizo cambios, con David Ferreiro y Okazaki como nuevas referencias locales. El nuevo sistema cuajó lento, pero en el desorden hubo espacios para todos. El Barça siguió negado y el Huesca, tan cerca pero tan lejos, no fue capaz de crear peligro.
Más allá del trabajo pendiente, para los de Koeman son tres puntos obligados, después de una marcha irregular que les mantiene a 10 puntos del líder Atlético de Madrid con un partido más. Para el Huesca supone seguir colista, a cuatro puntos de la salvación.