LONDRES
Agencia (AP)
Dominic Thiem se aseguró ayer de que la Copa Masters de este año no empezara de la misma forma en que terminó la edición del año pasado.
Thiem superó a Stefanos Tsitsipas en una revancha de la final de 2019, venciendo al campeón defensor por parciales de 7-6 (5), 4-6, 6-3, en el primer partido de individuales del torneo dentro de una O2 Arena prácticamente vacía.
En el partido nocturno, Rafael Nadal tuvo un reto mucho más fácil contra el ruso Andrey Rublev, que participa en la Copa Masters por primera vez, en una victoria de 6-3, 6-4 en tan solo una hora y 17 minutos. El español busca alzar su primera Copa para coronar una temporada en que empató el récord de 20 títulos de Grand Slam y llegó a 1.000 victorias en la gira. Estableció un récord al obtener un boleto para el último torneo de la temporada por 16to año consecutivo, pero ha perdido dos finales y no estuvo en seis ediciones por lesiones.
Thiem, campeón del Abierto de Estados Unidos, quebró el saque de Tsitsipas para ponerse al frente por 2-0 en el tercer set y convirtió su segundo match point cuando el griego envió demasiado lejos la pelota.
Tsitsipas venció a Thiem en un desempate en el tercer set en la final del año pasado para conquistar el título más importante de su carrera. Pero dejó que el desempate en el primer set se le fuera de las manos, luego de ir al frente 4-1 y 5-3.
«Esto es lo más absurdo que me ha sucedido», dijo Tsitsipas sobre su tiro. «Tenía la pelota sobre la red y decidí pegar un derechazo en lugar de estrellarla. No sé que tipo de decisión fue esa».
Tsitsipas quebró el saque del austriaco para una ventaja de 2-1 en el segundo set. Tuvo la oportunidad de volver a romper cuando iba 3-1 en el tercero, pero falló con un revés, dejando escapar un grito de frustración. Thiem eventualmente mantuvo su servicio luego de un juego que se fue a seis deuce, y no enfrentó ningún problema hacia el final.
«Fue una locura, estuve bastante tenso en ese juego», comentó Thiem sobre mantener su saque para colocarse 4-1. «Creo que ese fue el último momento clave donde el partido finalmente fue en mi dirección».
Por su parte, Nadal puso el partido nocturno a su favor desde el inicio, perdiendo apenas cinco points en su servicio en el primer set. Rompió el saque del rival para irse al frente 4-2 cuando Rublev envió un remate demasiado largo, y el ruso estrelló su raqueta contra el suelo en señal de frustración. El ruso llegó al torneo como uno de los jugadores más encendidos de la gira, con cinco títulos en esta temporada, pero lució muy inferior a Nadal y continuamente hizo gestos y se gritaba a sí mismo.
Este es el 12do y último año que la Copa Masters de la ATP se disputa en la O2 Arena antes de mudarse a Turín, en Italia, el próximo año. A causa de la pandemia de coronavirus, no se permitió la presencia de fanáticos en el inmueble con capacidad para 20.000 personas, lo que significó que la atmósfera habitualmente ruidosa fuera reemplazada por un silencio inquietante que fue interrumpido sólo por unos cuantos aplausos de los palcos de los jugadores entre puntos.
El lunes, el serbio Novak Djokovic enfrentará al argentino debutante Diego Schwartzman antes que Daniil Medvedev se mida con el campeón de 2018, Alexander Zverev.