Por GREG BEACHAM
LOS ÁNGELES
Agencia (AP)
Mike Tyson y Roy Jones Jr. obtuvieron permiso de la comisión atlética de California par volver al cuadrilátero el mes próximo, en vista de que su pelea será en términos estrictos una exhibición de los talentos con los que alguna vez brillaron en el boxeo.
Pero los excampeones, quienes tienen ahora más de 50 años, aseveraron que se tomarán esta contienda en serio, y no como una mera exhibición.
Los promotores del combate, que se difundirá mediante la televisión en la modalidad de pago por ver, anunciaron que el Staples Center de Los Ángeles será la sede del pleito del 28 de noviembre, que marcará el regreso de Tyson al boxeo para disputar un máximo de ocho asaltos ante Jones.
Tyson tiene 54 años y Jones 51.
El último combate oficial de Tyson se remonta a junio de 2005. El otrora campeón indiscutible de los pesados no pelea por un título desde 1996.
Jones siguió combatiendo con regularidad hasta bien entrado en los 40 años, tiempo después de que terminó su reinado en los semipesados. Su pelea más reciente fue en febrero de 2018.
Ante la idea de que subirse a un ring con Tyson puede ser una mera exhibición, Jones rio, pese a que los funcionarios de la comisión californiana dejaron claro que ninguno de los dos contendientes intentaría hacerse daño grave durante el pleito con asaltos de dos minutos. Los funcionarios advirtieron que detendrán la pelea si cualquiera de los dos contrincantes sufre una cortada o lesión significativa.
En síntesis, Tyson y Jones dijeron que brindarán todo lo que pueda esperarse de dos veteranos de este deporte para generar un interés auténtico por la contienda, que se pactó luego que se difundieron en internet imágenes de Tyson. El exmonarca lució impresionante en el video, a la hora de pelear con un sparring.
Ni tardo ni perezoso, Jones aceptó la oportunidad de librar lo que sería su pelea más relevante en una década.