Por LEÓN FELIPE GIRÓN
AGENCIA AP
Russell Wilson viene del octavo partido de su carrera con al menos cuatro pases de touchdown sin intercepción, en la victoria de 38-25 sobre Atlanta. Cam Newton se convirtió el domingo en el primer quarterback con 60 anotaciones terrestres en el triunfo de 21-11 sobre Miami.
Dos brillantes actuaciones que contribuyeron a que la NFL tuviera su jornada inaugural más productiva, en cuestiones ofensivas, en la historia. En total, se lograron 87 touchdowns y para ello pusieron su granito de arena Newton (2 por tierra y uno por aire) y Wilson (4 por aire).
El domingo por la noche en Seattle, los Seahawks (1-0) y Patriots (1-0) se enfrentan apenas por segunda ocasión en la temporada regular desde el Super Bowl XLIX en 2015, mejor recordado por la intercepción de Malcolm Butler en las diagonales a un pase de Wilson a 20 segundos del final, que selló el triunfo de 28-24 de Nueva Inglaterra y su cuarta corona.
Pero esos equipos ya no son los mismos. Atrás quedó la dominante defensiva de los Seahawks para abrirle paso a un espectáculo aéreo con Wilson, y los wide receivers Tyler Lockett y D.K. Metcalf. En el pasado, también, están los días de Tom Brady en Nueva Inglaterra, dejando su lugar a un Cam Newton que trajo consigo una ofensiva más versátil y el respaldo de una de las defensas más dominantes de la NFL.
En dos enfrentamientos de temporada regular contra los Patriots, Willson acumula 641 yardas y seis envíos de touchdown sin intercepciones, pero más importante aún dos victorias. La prueba del domingo por la noche es mucho más complicada al medirse a unos Pats que terminaron la campaña anterior como la mejor defensiva de la NFL y vienen de replicar esa actuación con 11 puntos en contra, tres robos de balón y apenas 269 yardas permitidas.