Por HOWARD FENDRICH
NUEVA YORK
Agencia (AP)
En la más reciente victoria que le ha requerido tres sets a Serena Williams en el Abierto de Estados Unidos, dos puntos en particular fueron fundamentales. Y la elaboración de los mismos, por el prolongado peloteo, despliegue de rigor físico y técnica, fácilmente hubiera hecho que la gente saltara de sus asientos para aplaudir con fervor en cualquier año sin pandemia.
Williams necesitó de esos dos puntos, uno de los cuales incluyó un tiro que ejecutó de zurda, para revertir un déficit que llegó a ser de un set y un quiebre cuando habían transcurrido 45 minutos de su duelo de cuartos de final ante Tsvetana Pironkova en un nublado miércoles en el estadio Arthur Ashe.
Los dos citados puntos se presentaron durante un lapso de cinco juegos que alteró el rumbo del partido — junto con 20 ases, su mayor cantidad en un encuentro en ocho años — para certificar la victoria de la estadounidense por 4-6, 6-3, 6-2 tras más de dos horas.
Con ello, Williams comparecerá por 11ma vez consecutiva en las semifinales en Flushing Meadows.
«No se trata del inicio, sino del final. ¿Cierto?», dijo Williams.
Con un par de victorias adicionales, Williams igualará el récord de 24 títulos de sencillos en citas de Grand Slam.
Hubiera sido una sorpresa mayúscula, pero Pironkova no pudo resistir. La búlgara de 32 años llegó a Flushing Meadows sin ranking. Este US Open fue su primer torneo de cualquier tipo en más de tres años, ya que se alejó del circuito profesional para dar a luz a un hijo.
«Jugó como la campeona que es», dijo Pironkova.
Williams, también madre, no ha perdido antes de las semifinales en Nueva York desde 2007, cuando Justine Henin la eliminó en los cuartos de final.
Cuando las jugadoras ingresaron a la pista, el locutor a cargo de hacer las presentaciones — es un misterio para quién, en un estadio vacío — se refirió a Pironkova, de 32 años, como «la mamá de Alexander» y luego a Williams como «la mamá de Olympia».
Williams, que cumplirá 39 años en menos de tres semanas, cuenta con una colección de seis campeonatos en el US Open y ha sido la subcampeona en otras cuatro ediciones, incluyendo las de 2018 y 2019.
Ha tenido que exigirse al máximo para salir victoriosa en sus tres últimos partidos. También remontó tras ceder el primer set ante Sloane Stephens en la tercera ronda para luego superar en tres sets a Maria Sakkari en octavos.
Este jueves, Williams se las verá con Victoria Azarenka, quien disputará una semifinal del US Open por primera vez desde 2013, luego de apabullar por la noche 6-1 y 6-0 a Elise Mertens.
Williams tiene ventaja de 18-4 en los duelos directos frente a la bielorrusa, a quien derrotó en las finales de 2012 y 13 en Nueva York.
Fue contra Azarenka, otra mamá, en el Wimbledon de 2012 cuando Williams alcanzó por última vez los 20 ases, un total de 24.
En la otra semifinal de hoy, la japonesa Naomi Osaka, monarca de 2018, chocará con la local Jennifer Brady (28va preclasificada).
En los cuartos de final del cuadro masculino, el subcampeón del año pasado Daniil Medvedev doblegó 7-6 (6), 6-3, 7-6 (5) a su compatriota ruso Andrey Rublev (10mo cabeza de serie).
Medvedev, quien no ha cedido un solo set en el torneo, se medirá en la semifinal con Dominic Thiem. El austriaco aplastó 6-1, 6-2, 6-4 al australiano Alex de Miñaur.
Ninguno de los hombres que quedan en carrera ha obtenido jamás un título de Grand Slam. Todos tienen ahora la oportunidad, en un torneo que se quedó sin los astros que habitualmente acaparan los honores.
Roger Federer y Rafael Nadal decidieron ausentarse en medio de la pandemia. Novak Djokovic, el primer preclasificado, fue descalificado por propinar un pelotazo accidental en la garganta a una jueza.