El colombiano Sebastián Muñoz mira su tiro al hoyo 17 durante la primera ronda del RBC Heritage en Hilton Head Island, Carolina del Sur. Foto la hora: Gerry Broome/Ap.

Por DOUG FERGUSON
Agencia AP

Ian Poulter y Mark Hubbard pusieron el ejemplo, con buenos marcadores, bajo una lluvia fugaz en Hilton Head. Ello les bastó para cerrar la primera ronda en la cima, por muy poco.

El inglés Poulter y el estadounidense Hubbard firmaron sendas tarjetas de 64 golpes, siete debajo del par, con lo que comparten el primer puesto del RBC Heritage. Tienen un impacto de ventaja sobre un grupo de siete golfistas, donde figura el colombiano Sebastián Muñoz.

Poulter embocó un putt de 30 pies para birdie en el hoyo 17. Finalizó con un golpe destacado de cuatro pies con el hierro cinco, para otro birdie que coronó un recorrido de 64 impactos, siete debajo del par, en una ronda en que no incurrió en bogeys pero sí en algunas fallas.

«Siempre me ha encantado venir acá para jugar golf», dijo Poulter, quien este año tiene mucha compañía.

El RBC Heritage, que suele realizarse en abril, una semana después del Masters, es ahora el segundo certamen desde que la Gira de la PGA retomó la actividad interrumpida 90 días por la pandemia de coronavirus.

Los tres mejores golfistas del mundo están en este torneo —Rory McIlroy, Jon Rahm y Justin Thomas—, pero ninguno quedó por debajo del par. Fue una jornada en que 66 de los 151 participantes se ubicaron en sesenta y tantos golpes.

Hace un año, sólo 38 de los 132 competidores lograron esos marcadores.

En cambio, Jordan Spieth se mostró gratamente sorprendido por incorporarse a la caza del primer puesto.

Spieth no pensó que se insertaría en el grupo sino hasta que se recuperó de un triple bogey mediante ocho birdies para un marcador de 66.

Cuando había disputado apenas tres hoyos del certamen, el texano se paró bajo la sombra de una arboleda, justo frente al fairway del 12. Miró unas 20 yardas a la derecha, cuando su pelota impactó un pino, a unos pies de la línea que delimita el campo.

Spieth trató de entender cuál árbol había golpeado. No importaba mucho, el caso fue que debió hacer tres putts para el triple bogey.

Fue el tipo de pifia que Spieth ha cometido a menudo durante tres años sin victoria.

«De pronto, estoy tres arriba del par después de tres hoyos y veo que hay gente con dos bajo par luego de dos. No me sentí muy bien», relató.

Se recuperó en el resto de la ronda.

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