Lionel Messi (derecha), del Barcelona, es felicitado por sus compañeros luego de anotar el segundo tanto ante el Leganés en un partido de La Liga española. Foto la hora: Joan Montfort/AP.

BARCELONA
Agencia (AP)

Un adolescente destrabó el primer encuentro del Barcelona en su gigantesco estadio desde la pandemia del coronavirus. Un astro consagrado se cercioró de que ese partido terminara en victoria aunque no hubiera un solo espectador que celebrara en las 99.000 butacas.

Ansu Fati consiguió el gol cuando el cotejo parecía más atascado, en tanto que Lionel Messi llegó a 699 dianas en partidos oficiales con el Barcelona y la selección argentina, para que el conjunto catalán derrotara ayer 2-0 al Leganés.

En la segunda jornada tras la reanudación del curso interrumpido un trimestre por la pandemia del coronavirus, Fati mandó al fondo de la portería un disparo cruzado y rasante, a pase del hispano-dominicano Júnior Firpo a los 42. Messi marcó por vía del tiro penal el tanto con el que se amarró el triunfo a los 69, para llegar a 21 tantos en el torneo.

Con este resultado, Barcelona se cercioró de concluir como líder la 29na jornada del torneo, que se reanudó apenas la semana pasada. Llegó a 64 puntos, cinco más que el Real Madrid, que enfrenta el jueves al Valencia.

El Leganés hilvanó descalabros y ya está en el fondo con 23 unidades.

«Es difícil decir que estamos al 100 por 100. Es importante seguir ganando. Está claro que hay que ir poco a poco y necesitamos algo más de tiempo», dijo el croata Ivan Rakitic sobre el desempeño del equipo que el viernes tiene un duro duelo ante el Sevilla.

Fati, de 17 años, marcó su quinta diana del certamen al regresar a la alineación luego de cuatro jornadas sin actividad. Su disparo fue apenas la segunda aproximación blaugrana en una primera mitad en la que careció de buenas ideas al ataque.

El Leganés echó por la borda opciones para tomar la ventaja cuando Miguel Guerrero tuvo un par de disparos a puerta. El primero fue desviado cuando iba al fondo, por el zaguero francés Clément Lenglet a los nueve, y dos minutos después su otro tiro pasó de frente al arco y salió cerca del poste.

A los 37, antes del primer tanto, el zaguero Unai Bustinza dejó a un lado cualquier recomendación de sana distancia y derribó con un abrazo a Messi cerca de la línea para recibir una tarjeta amarilla.

El videoarbitraje (VAR) invalidó un tanto del galo Antoine Griezmann a los 62, porque Firpo estaba adelantado antes de cederle el centro al área que mandó a las redes.

Pero llegó el momento de lucimiento para Messi, quien condujo el esférico quitándose rivales y al llegar al área fue derribado para que se marcara el penal que él mismo convirtió sin problemas para celebrar sus 699 dianas en partidos oficiales con su combinado nacional y el conjunto blaugrana.

En la reposición, el estratega mexicano Javier Aguirre fue expulsado después de hacer reclamos al cuerpo arbitral.

El Leganés jugó con su tercera indumentaria un nuevo diseño de color azul sanitario, como definió el equipo, con lo que ofreció un homenaje al personal médico que ha hecho frente a la pandemia del coronavirus que ha cobrado más de 27.000 muertes en España.

Este fue el primer partido sin aficionados en el Camp Nou desde el 1 de octubre de 2017, cuando la directiva blaugrana decidió no abrir las puertas del duelo de la séptima jornada del torneo ante Las Palmas, después de que la Liga se negó a posponerlo debido a las protestas independentistas en Cataluña.

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