Por MARK LONG
DAYTONA BEACH, Florida, EE.UU.
Agencia (AP)
Daniel Suárez necesitaba abrirse paso para llegar a las 500 millas de Daytona. Una colisión terminó dejándolo fuera.
El Toyota número 96 del piloto mexicano quedó en medio de dos Ford que se dirigían al carril de pits, a la mitad de la primera de las dos pruebas de clasificación. El auto de Suárez fue impactado por el de Ryan Blaney, derrapó por el césped mojado en el centro del Daytona International Speedway, y quedó averiado.
Con ello, se esfumaron las esperanzas de Suárez, de participar en «La Gran Carrera Estadounidense».
«Sinceramente es muy frustrante», dijo Suárez, mientras trataba de contener las lágrimas. «Todo lo que quiero hacer es marcharme a casa. Siento mucha frustración. Tengo el corazón roto porque me he partido el alma para tratar de que esto ocurriera, y no funcionó».
El único piloto mexicano que compite a tiempo completo en cualquier serie nacional de la NASCAR perdió su empleo con dos equipos de la Cup Series en los últimos dos años. Primero fue despedido de Joe Gibbs Racing en 2018 y un año después por Stewart-Haas Racing.
Suárez, excampeón de la Xfinity Series, firmó un contrato a finales del mes pasado para correr con Gaunt Brothers Racing.
Se trata de un equipo pequeño, a diferencia de los que tienen garantizadas 36 de las 40 plazas para correr cada semana. Gaunt Brothers llegó a Daytona a sabiendas de que Suárez tendría que ganarse el derecho a participar en la carrera que pone en marcha la temporada.
Y para elevar el desafío, la escudería carecía de un ingeniero y un mecánico. Tampoco tenía simulador de tiempo.
«Hicimos lo mejor que pudimos, con el tiempo que teníamos», comentó Suárez.
Contar con una plaza automática es clave en Daytona, donde más pilotos que los habituales participan con la esperanza de llevarse una tajada de la bolsa más grande de la serie. Suárez y Gaunt buscaban comprar una, pero no había disponibles en el mercado.
«Que yo sepa, no hay una a la venta. Fuimos a Wal-Mart siete veces y no encontramos», bromeó. «No, no hay nada a la venta. Lo intentamos, pero no hay nada en venta. Ésa es la situación, así funciona esto. Eventualmente confiamos en encontrar lo idóneo».