LAS VEGAS
AP
Después de tres años sin victoria, Conor McGregor necesitó sólo de 40 segundos para recuperar su lugar protagónico en las artes marciales mixtas.
La dinámica exhibición de McGregor para noquear a Donald Cerrone en la función UFC 246 el sábado en la noche le dio al superastro irlandés el control del futuro en dos divisiones.
Todos los peleadores de elite en las categorías de los ligeros y los welter rogarán prácticamente una oportunidad de enfrentar al peleador que aún acapara la atención del mundo como ningún otro. Un McGregor reenfocado quiere recuperar el tiempo perdido en estos tres años de inactividad y de mala conducta afuera de la jaula, lo que sugiere que podría pelear tres ocasiones más este año.
“El mundo entero se ilumina cuando peleo”, dijo McGregor. “Entonces quiero volver ahí otra vez”.
Al momento que abandonó la T-Mobile Arena el sábado en la noche con una amplia sonrisa y una botella de whiskey de su propia marca, McGregor no había tomado una decisión. Espera hablar con el presidente de la UFC Dana White y el dueño Lorenzo Fertitta antes de decidir si buscará recuperar algún cinturón, una pelea de revancha, un lucrativo combate de boxeo o una combinación de las tres opciones.
Los posibles contendientes están haciendo fila.
El popular peleador de la división welter Jorge Masvidal agradecería el enfrentamiento mientras que al campeón welter Kamaru Usman le encantaría defender su título ante McGregor.
Pero White quiere que McGregor espere antes de enfrentar al campeón ligero Khabib Murmagomedov, quien derrotó al irlandés en octubre del 2018, a lo que siguió una riña fuera de la jaula. Las discordias por aquella trifulca persisten, y White cree que una revancha podría ser tan lucrativa como la pelea de boxeo entre McGregor y Floyd Mayweather.
“Por la forma en la que ganó Khabib la primera vez y lo famoso que se ha convertido estamos viendo un Hagler-Hearns”, comentó White. “Estamos pensando en una Ali-Foreman, Ali-Frazier. Es una gran pelea atractiva a nivel mundial. Es de esas peleas que creas, es la pelea que tiene sentido”.
Pero Nurmagomedov está comprometido ya para enfrentar a Tony Ferguson en la UFC 249 en abril y McGregor prefiere no esperar hasta el verano para su siguiente pelea. En su lugar, propuso en broma que el combate entre Ferguson y Nurmagomedov se cancele y que él tenga que entrar en su lugar.
McGregor también podría llenar ese periodo con una lucrativa pelea de boxeo. Aunque la mayoría de los aficionados de las artes marciales no están interesados, este enfrentamiento aún tiene atractivo como espectáculo. Como evidencia están las ganancias del combate entre McGregor y Mayweather en 2017, que fue una de las peleas que más ganancias generó por pay-per-view en la historia del boxeo.
“Ciertamente me encantaría la revancha con Floyd”, dijo McGregor. “Esto podría ocurrir este año. La pelea con Manny (Pacquiao) también está en cualquier momento… Floyd se está gastando su dinero rápido, está lejos del retiro. La revancha podría ocurrir”.
Antes de vencer a Cerrone, McGregor sugirió que podría volver a pelear en la UFC 248 el 7 de marzo si no recibía mucho castigo. Cerrone no pudo darle un solo golpe, por lo que McGregor salió sin ningún rasguño _pero podría tomarle más de siete semanas el decidir su próximo paso.