LIVERPOOL
AP
Mohamed Salah se arrancó su camiseta del Liverpool en una noche fría en Anfield, tras anotar en el descuento el gol que completó la victoria de 2-0 ayer sobre Manchester United. En tanto, los hinchas comenzaron a entonar: “Vamos a ganar la liga”.
Ha sido una espera de treinta años, pero no hay nerviosismo en los hinchas de Liverpool, que se ha alejado 16 puntos en la cima de la Liga Premier inglesa.
“Ahora nos creerán”, corearon los aficionados.
Ni los jugadores ni el técnico Jürgen Klopp se unieron al coro. No lo harán mientras haya posibilidades matemáticas de que ocurra lo que sería el mayor colapso en la historia del fútbol inglés.
“Desde luego, los aficionados pueden soñar, cantar, hacer lo que quieran”, recalcó Klopp. “Mientras hagan su trabajo cuando jugamos, todo estará bien. Nosotros no seremos parte de esa fiesta todavía, pero no hay problema, porque conocemos cuál es nuestro trabajo”.
Pese a que la tremenda ventaja del Liverpool no parece dejar mucho espacio para el suspenso, Salah festejó como si su tanto agónico hubiera significado una victoria crucial en un certamen apretado.
“Me pasó por la mente que no anotaría hoy”, explicó el egipcio. “Pero mi mentalidad me permitió recuperarme. Me preparé para conservar la serenidad”.
Salah se lanzó en carrera para recibir un excelente balón largo de su arquero Alison cerca del silbatazo final y tras aguantar el acoso de Daniel James soltó un disparo que venció a David De Gea entre las piernas y la hinchada en el estadio comenzó la fiesta de campeonato cuatro meses antes del final de la campaña.
Aunque Liverpool estaba arriba apenas por un gol al entrar al tiempo de descuento _ gracias a un gol de cabeza de Virgil van Dijk a los 14 minutos _, su dominio significó que la victoria nunca estuvo en dudas.
Liverpool tuvo dos goles anulados, además de un disparo apenas desviado delante de la puerta por parte de Salah y un balón estrellado en el larguero por Jordan Henderson.
Liverpool se acerca a su 19no título inglés, uno debajo de la marca de United, construida con 13 cetros de la Premier con el técnico Alex Ferguson.
Es el vecino del United, Manchester City su retador más cercano esta temporada, aunque distante en segundo puesto a 16 puntos.
United anda 30 puntos debajo de la cima, en quinto lugar, y su misión clara es meterse entre los cuatro primeros y clasificarse a la Liga de Campeones, en lugar de ganar la Premier bajo Ole Gunnar Solskjær.
En el primer partido de la jornada, Ashley Westwood completó la recuperación de Burnley contra Leicester, en una victoria de 2-1 que fortalece las esperanzas del equipo de sobrevivir en la Premier.
Burnley parecía encaminado a una quinta derrota consecutiva en la liga luego que Harvey Barnes coronó los esfuerzos de Leicester con un gol a los 34 minutos.
Pero Chris Wood emparejó la cuenta a inicios de la segunda mitad. Los anfitriones necesitaron una atajada del arquero Nick Pope de un penal de Jamie Vardy a los 68 minutos.
Pope volvió a negarle las redes a Vardy a los 78, luego que goleador de Leicester se encontró con un pase del suplente Kelechi Iheanacho, y Burnley completó la remontada momentos más tarde.
Una buena maniobra creó espacio para Charlie Taylor en la izquierda y aunque su centro fue bloqueado, la pelota le quedó a Westwood, que soltó un disparo más allá del alcance de Kasper Schmeichel a los 79.
La primera victoria de Burnley desde el 21 de diciembre colocó al equipo cinco puntos sobre la zona de descenso, mientras que Leicester se perdió una oportunidad de alcanzar a Manchester City en el segundo sitio.