Jason Witten, tight end de los Cowboys de Dallas, anota pese al intento por derribarlo de parte de Marqui Christian, de los Rams de Los Ángeles. FOTO LA HORA: ROGER STEINMAN/AP.

Por LEÓN FELIPE GIRÓN
Agencia Ap

En una temporada en la que nada ha sido fácil para los Cowboys, la fórmula de playoffs sí lo es: Un triunfo en Filadelfia es suficiente para que Dallas se asegure el cetro del Este de la Conferencia Nacional.

A pesar de ser igualmente inconsistentes a lo largo del año, los Eagles tienen también claramente trazado su camino a la postemporada: dos victorias, ante Dallas y Giants de Nueva York, se traducen en un boleto a postemporada.

El factor a despejar para que se resuelva esta ecuación es: ¿cuál de estos dos equipos podrá encontrar la regularidad que exigiría su nivel de talento para justificar su lugar en la postemporada? Y ésa no es una pregunta sencilla.

Después de iniciar la campaña con marca de 3-0, los Cowboys (7-7) han perdido cuatro de sus últimos seis duelos, pero la semana pasada obtuvieron su primer triunfo del año ante un equipo con foja ganadora al arrollar 44-21 a los Rams, gracias en parte a que acumularon 263 yardas por tierra. En lo que va de temporada, Dallas tiene un registro de 5-0 cuando corre para al menos 172 yardas, incluyendo el triunfo de la semana 7, por 37-10 sobre los Eagles.

La irregularidad de Filadelfia (7-7) también se puede traducir fácilmente en números. En sus siete triunfos de la campaña promedian 30 puntos a favor a cambio de apenas 17,7 en sus siete descalabros. Los Eagles, que no han podido hilvanar tres triunfos en lo que va del calendario, vienen de ganar sus últimos dos compromisos, ambos ante rivales divisionales.

Para Dallas, repetir su actuación de 189 yardas por tierra de la semana 7 podría resultar complicado ante unos Eagles que actualmente presumen a la tercera mejor defensiva contra la carrera y que han permitido menos de 100 en 10 partidos este año. Pero los Cowboys que han ganado los últimos cuatro duelos de la serie tienen otra arma en el quarterback Dak Prescott, quien aspira a su noveno partido con al menos 100 puntos de rating contra un rival del Este de la Nacional.

PACKERS EN MINNESOTA

Pocos equipos en la NFL pueden jactarse de tener un equilibrio semejante al de los Vikings, la quinta mejor ofensiva y la sexta mejor defensiva de la NFL. Pese a los números, Minnesota aún no tiene nada garantizado. Eso podría cambiar la noche del lunes con un triunfo en casa ante los Packers.

Actualmente en poder del segundo comodín de la Nacional, los Vikings (10-4) sellarían su boleto a postemporada con un triunfo sobre los Packers (11-3) y de paso impedirían que Green Bay ganara el Norte de la misma conferencia.

Es evidente que hay mucho en juego. Como de costumbre, Green Bay se ha catapultado al segundo lugar de la Nacional de la mano de su quarterback Aaron Rodgers, quien tiene una proporción de 24 pases de touchdowns a cambio de apenas dos intercepciones esta campaña, para guiar a los Packers a triunfos en cuatro de sus últimos cinco encuentros, ninguno ante un rival con marca ganadora.

Rodgers y los Packers tendrán que vérselas contra unos Vikings a los que ya vencieron 21-16 en la segunda semana de temporada. A pesar de caer en sus últimas tres visitas a Minnesota, Rodgers ostenta 21 pases de touchdown por apenas dos intercepciones y 110,1 puntos de rating en 11 enfrentamientos contra los Vikings fuera del Lambeau Field.

Minnesota podría disputar este encuentro su mejor oportunidad de ganar el título divisional sin su mejor arma, el running back Dalvin Cook, tercero en la liga con 1.654 yardas totales y quien salió lesionado en la segunda mitad del triunfo de la semana pasada ante los Chargers. Ello impediría explotar una de las debilidades principales de Green Bay su defensiva es apenas la 24ta contra la carrera.

El título del Norte cobra particular relevancia al tomar en cuenta que los últimos 16 equipos en aparecer en el Super Bowl han llegado como campeones divisionales el último en disputar el juego por el campeonato como comodín fue precisamente Green Bay en la temporada 2010. En caso de que Minnesota selle su pasaje a playoffs, sería la 30ma campaña consecutiva en que la postemporada tiene a cuatro equipos (Bills, Packers y Texans) que no estuvieron en esa etapa un año antes.

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