Por BRETT MARTEL
NUEVA ORLEÁNS
Agencia (AP)
Carmelo Anthony sonrió con frecuencia en un corredor frente a los vestuarios de los Trail Blazers. Aseguró que se sentía «maravilloso» después de disputar el primer partido de su 17ma temporada dentro de la NBA.
Pero la noche no fue perfecta durante el regreso de Anthony. Jrue Holiday anotó 22 puntos y 10 asistencias para que los Pelicans de Nueva Orleans vencieran ayer 115-104 a Portland.
«Se sintió maravilloso simplemente estar de regreso en el ritmo de un partido, volver a la cancha, el lugar al que pertenezco», manifestó Anthony. «En cuanto al acondicionamiento físico, me sentí absolutamente bien ahí. Hubo algunas cosas menores, pero lo más importante es acostumbrarse al ritmo, a la forma en que juega el equipo y a los jugadores».
Brandon Ingram aportó 21 unidades a la causa de los Pelicans.
Anthony finalizó con 10 tantos, mientras que Damian Lillard, líder anotador de Portland y cuatro veces elegido al Juego de Estrellas, se perdió un encuentro por primera vez en la campaña, debido a calambres en la espalda.
Colocado de inicio como alero, Anthony jugó frente al recinto en que guio a Syracuse al campeonato colegial de 2003 sobre Kansas. Anotó los primeros puntos de los Blazers mediante un triple, pero terminó fallando 10 de 14 disparos.
La imprecisión no es extraña. Anthony no había participado siquiera en un entrenamiento, y se incorporó al equipo apenas un día después de la derrota sufrida el lunes en Houston.
«Para haber tenido apenas una práctica de tiro en la mañana, creo que él estuvo bastante bien», dijo el entrenador de los Blazers, Terry Slotts. «Pienso que en cada disparo que hizo tenía una buena oportunidad ante la cesta».
Ingram lució recuperado de un dolor en la rodilla izquierda que lo había marginado de los cuatro partidos anteriores. Mostró autoridad en una clavada a una mano que puso de pie al público en el primer periodo.