Por JOSEPH WILSON
BARCELONA
Agencia (AP)
El juego no aparece. Tampoco el gol. Y silbidos en su propia casa.
Barcelona debió conformarse ayer con un insípido empate 0-0 frente al Slavia Praga por la fase de grupos de la Liga de Campeones que tensa la cuerda con su técnico Ernesto Valverde tras otro partido en el que dejaron una mala imagen.
Los azulgranas estiraron a 34 su racha de partidos sin perder como local en competiciones europeas, remontándose a 2013. Pero fue un resultado que sólo acentuó las dudas por el reciente flojo nivel de los azulgranas.
Se pudieron escuchar los abucheos en el Camp Nou apenas tres días después de una fea derrota 3-1 de visita al Levante en la Liga española, poniendo fin a una seguidilla de siete victorias.
“Veníamos de perder, y nos ha desequilibrado un poco y no ha sido un partido redondo como esperábamos”, dijo Valverde. “Tienes frustración por no ganar. No hemos estados acertado en nuestras oportunidades”.
El empate mantuvo al Barcelona en la cima del Grupo F con ocho puntos, uno por delante de Borussia Dortmund. El club alemán le dio la vuelta al marcador para vencer 3-2 al Inter de Milán, tercero con cuatro unidades. Slavia sigue en el fondo de la llave con dos puntos.
Lo más cerca que el club catalán estuvo cerca del gol fue cuando un remate de zurda de Lionel Messi se estrelló en el ángulo superior derecho a los 35 minutos.
El arquero visitante Ondrej Kolar brilló con sus intervenciones al repeler remates a gol de Messi, Gerard Piqué y Sergi Roberto.
«Los resultados no acompañan en los últimos partidos”, reconoció el central azulgrana Gerard Piqué. “Encadenar dos partidos sin ganar es raro porque hay exigencia máxima y la gente quiere más”.
A una pregunta sobre si son un equipo con papeleta de candidato al título del torneo, Piqué respondió que “ahora mismo es difícil decirlo”.
Piqué recordó que algo similar ocurrió se dio en la temporada del 2014-15, cuando completaron un triplete de título.
“Pediría un poco de paciencia, entendemos que la gente espere más de nosotros”, dijo Piqué, quien se perderá el siguiente partido ante el Dortmund, el 27 de noviembre, por acumulación de tarjetas. “No tanto los resultados, sino en el juego”.
En la Liga española, el Barça comparte el liderato con el Real Madrid.
Valverde alineó a Ousmane Dembélé en la delantera por la lesión de Luis Suárez.
Sin el goleador uruguayo, Valverde modificó el dibujo táctico del Barça: cambió del habitual 4-3-3 a un 4-2-3-1 con Messi al frente. Pero aparte de las ocasiones del astro argentino y un par de momentos de brillantez de sus compañeros, el Slavia supo solventar el trámite. Antoine Griezmann, la otra referencia en el ataque azulgrana, no gravitó.
Apenas dos semanas antes, el Barça ganó sufriendo 2-1 en Praga. El entrenador de los checos, Jindrich Trpisovsky, arriesgó en el Camp Nou con una defensa alta.
La apuesta le funcionó al maniatar el ataque azulgrana, básicamente el mismo que naufragó el fin de semana en Levante.
Trpisovsky señaló que su equipo jugó peor que en la derrota en Praga.
“No hemos tenido tanta suerte como nos hubiera gustado”, dijo Trpisovsky. “Quizá en casa la cosa podría haber ido mejor, aquí no mostramos un fútbol tan bueno y es una paradoja porque hemos sumado un punto”.
Piqué se perderá el siguiente partido ante el Dortmund, el 27 de noviembre, por acumulación de tarjetas tras ser amonestado en la primera parte.