El guardia de los Phoenix Suns, Devin Booker (1), grita a los jugadores de los Philadelphia 76ers después de anotar. Foto la hora: Ross D. Franklin/AP.

Por DAVID BRANDT
PHOENIX
Agencia (AP)

Devin Booker no dejó de encestar desde todos los rincones de la cancha durante la segunda mitad. Y el público respondió con un coro mediante el que pedía que se le nombrara el Jugador Más Valioso.

La campaña apenas comienza, pero lo conseguido hasta ahora por Booker y los Suns ha generado entusiasmo en Phoenix. Después de todo, se habían presentado demasiadas derrotas durante los primeros cuatro años del joven astro en el desierto.

Booker lució con 40 puntos, Ricky Rubio añadió 21 unidades y 10 asistencias, y los Suns vencieron ayer 114-109 a los 76ers de Filadelfia, con lo que no quedan más equipos invictos en la NBA.

“He recibido mucho amor aquí, incondicional, desde el primer día”, dijo Booker. “Es bueno sentir la energía que hay ahora. Los fanáticos están viendo lo que quieren, un equipo trabajador que resuelve los problemas cada noche”.

Phoenix (5-2) está tres partidos encima de la marca de .500, algo que no había logrado en más de cuatro años. Los sorprendentes Suns han hilvanado tres victorias consecutivas, y no tenían una foja tan buena luego de siete duelos desde 2013.

Booker ha llegado a 6 mil 003 puntos en su carrera. Es el octavo jugador más joven de la historia en la NBA que ha rebasado los 6 mil.

En su quinta temporada, el base cumplió 23 años la semana pasada. Atinó 15 de 19 disparos de campo, incluidos tres de cuatro triples, y convirtió sus siete tiros libres.

“Lo he dicho desde hace un tiempo, él es un basquetbolista completo”, dijo el entrenador de Phoenix, Monty Williams. “Es competitivo, no rehúye los momentos importantes y hace grandes jugadas”.

Phoenix tomó una ventaja de 100-93 a la mitad del último cuarto, pero esa diferencia se desvaneció pronto. El dominicano Al Horford empató el encuentro volcando el aro a una mano.

Hubo entonces un toma y daca hasta que los Suns se apoderaron de la ventaja en los últimos minutos, cuando Booker y Kelly Oubre Jr. lograron grandes encestes.

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