ARLINGTON, Texas, EE.UU.
AP
Aaron Rodgers lució muy cómodo en casa de los Cowboys de Dallas… otra vez.
El quarterback estelar dio una amplia ventaja a Green Bay en el comienzo y volvió a aportar jugadas deslumbrantes en el AT&T, Stadium, para que los Packers doblegaran ayer 34-24 a los Cowboys de Dallas.
Aaron Jones logró la mayor cantidad de anotaciones de su carrera con cuatro, y los Packers se sobrepusieron a la sorpresa que se llevaron la semana anterior, cuando sufrieron su primera derrota de la temporada.
Los dos Aaron lucieron cómodos en su visita a los Cowboys. Rodgers ganó de nuevo aquí y Jones, originario del oeste de Texas, se sintió en casa.
“Toda mi familia estaba en las gradas”, comentó Jones, quien de niño era seguidor de los Cowboys y vivía en El Paso. “Pude ver a mi hermano ahí. Le arrojé uno de los balones con los que anoté. Fue algo muy agradable, volver a Texas”.
Rodgers lanzó un pase por un lado del brazo a Robert Tonyan para corregir una jugada rota, envió el balón con la zurda a Tra Carson para rescatar otra, y ayudó a que Green Bay mejorara su marca a 5-0 dentro del estadio de techo retráctil donde la primera victoria del dos veces Jugador Más Valioso de la liga fue en el Super Bowl de 2011.
Esta vez no hubo dramatismo. Los Packers (4-1) construyeron una ventaja de 31-3, aun cuando Dak Prescott (463 yardas por pase) y Amari Cooper (226 yardas por recepción) establecieron los mejores números de sus carreras, intentando mantener el encuentro interesante en el último cuarto.
La última esperanza de los Cowboys (3-2) terminó con 1:41 por jugar, cuando Brett Maher falló su segundo gol de campo del día, de 33 yardas. Si hubiera acertado, Dallas habría tenido la posibilidad de intentar una patada corta para buscar un touchdown que igualara el duelo.