PARÍS
AP
El delantero argentino Darío Benedetto firmó un doblete y el Marsella le dio la vuelta a un 2-0 adverso en el marcador para llevarse ayer una victoria 4-3 de visita al Mónaco y situarse cuarto en la liga francesa.
Mónaco ganaba 2-0 a la media hora gracias a dos goles del delantero francés Wissam Ben Yedder, el primero de penal y el segundo tras ser asistido por su socio de ataque Islam Slimani.
Pero el talón de Aquiles del club del principado es su defensa, que ha encajado 14 goles en cinco partidos. Ningún otro club de la primera división ha recibido más de nueve.
Valère Germain colocó un centro desde la banda derecha y Benedetto facturó a los 39. Tres minutos después, Benedetto estrelló un cabezazo en el travesaño desde boca de jarro, pero el argentino acabó celebrando rato después cuando Germain puso el 2-2.
A partir de ese momento, el partido pasó a ser un monologo del Marsella.
Dimitri Payet anotó el tercero a los 61 y Benedetto puso cifras definitivas a los 67 con su cuarto gol desde que llegó procedente de Boca Juniors, definiendo con un remate combeado.
Marsella alcanzó en puntos al tercero Nantes, que le aventaja por mejor diferencia de goles.
Mónaco sigue sin ganar y está penúltimo en la tabla, poniendo en aprietos a su entrenador Leonardo Jardim.
A primera hora, el ariete maliense Kalifa Coulibaly anotó el único tanto para que Nantes derrotase 1-0 a Reims. Coulibaly se adentró en el área y definió rasante a los 69 minutos.
También ayer, el extremo Romain Hamouma hizo gala de su estupendo toque, al aportar los tantos con los que Saint Étienne se sobrepuso a una desventaja de 2-0 para igualar 2-2 con Tolosa.
Los visitantes tomaron la delantera por 2-0 después de apenas 25 minutos, con dianas de los delanteros Max-Alain Gradel _de penal_ y Aaron Leya Iseka.
Tolosa se ubica en el noveno peldaño y Saint Étienne en el 15to.
París Saint-Germain, el líder de la liga, se impuso el sábado 1-0 al Estrasburgo, con un tanto de chilena de Neymar en los descuentos. El astro brasileño fue abucheado por parte del público parisiense, que le reprochó sus insistentes exigencias en ser transferido al Barcelona antes de la presente campaña.
