Un grupo de jóvenes juega durante el último torneo del NFL Flag Championship en el Tottenham Hotspur Stadium de Londres. Foto La Hora: AP/Frank Augstein

LONDRES
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Durante los últimos tres años, la única manera en que Sergei Starodoubstev pudo acercarse a la NFL fue mediante los videos de JuJu Smith-Schuster y otros jugadores famosos que miraba en Instagram.

Difícilmente podía imaginar la posibilidad de compartir el mismo espacio con el receptor de los Steelers de Pittsburgh. Pero la oportunidad llegó, y el joven de 17 años era de pronto quien vestía ropa de entrenamiento, acompañado por Smith-Schuster.

“Es un deportista diferente, y un jugador increíble”, dijo Starodoubstev, todavía tan asombrado que le costaba trabajo hablar, después de que Smith-Schuster habló con él y con otros adolescentes. “Trato de tener éxito en esta carrera, salir en la tele, jugar en la NFL y estar en la misma situación que JuJu”.

Starodoubstev mide 1,90 metros (seis pies y tres pulgadas). Pesa 108 kilogramos (238 libras). Pero muestra una gran velocidad. Por lo tanto, es en muchos aspectos justo lo que esperarían encontrar los entrenadores y reclutadores en Estados Unidos.

¿Cuál es su única desventaja? Que reside en el este de Londres, donde hay pocas oportunidades de jugar fútbol americano.

Es por ello que Starodoubstev acudió a comienzos de este mes al nuevo estadio del Tottenham Hotspur, entre 150 jóvenes que perseguían una de las 80 vacantes para la primera generación de la Academia de la NFL en la ciudad.

La liga, que ha disputado partidos de temporada regular en la capital británica desde 2007, busca contar con una presencia más duradera aquí. Considera que puede hacerlo _y que de paso puede fomentar el crecimiento del fútbol americano_ si identifica e impulsa el talento de los jóvenes británicos.

“En los últimos dos o tres años, la pregunta ha sido: ‘Aunque esto es esencialmente estadounidense, ¿cómo podemos ser más británicos y relevantes en el nivel local?’”, explicó Alistair Kirkwood, director administrativo de la NFL para Reino Unido. “¿Podemos tener raíces y compromiso para contar con jugadores británicos que se vean y hablen como los jóvenes locales? ¿Podemos tener al mismo tiempo chicos jóvenes que jueguen este deporte comenzando con el fútbol americano bandera?”.

Los jugadores en Estados Unidos tienen una ruta bien trazada hacia el deporte profesional. Van avanzando desde las ligas juveniles hasta la secundaria y la universidad. En Europa, la vía es muy distinta. Lo más común es que los prospectos se unan a una academia de un club deportivo desde temprana edad y reciban entrenamiento en un ambiente estructurado durante todo el camino hasta su debut en algún equipo relevante de fútbol.

Kirkwood quiere seguir ese modelo, con un ajuste. Al establecer una sociedad con el Barnet & Southgate College del norte de Londres, quienes han sido elegidos para incorporarse a la Academia de la NFL comenzarán sus lecciones en septiembre, hasta con 12 horas de práctica de fútbol americano añadidas cada semana.

El grupo inicial de inscritos incluirá a chicos cuyas edades van de los 16 a los 18 años. Kirkwood especuló sobre los planes para apuntar a chicos de otras edades e incluso a chicas, en otras localidades.

“Yo me sentiría el dueño del mundo si tuviera esta oportunidad”, dijo Efe Obada, defensive end de los Panthers de Carolina, quien creció en Londres, jugó para varias ligas locales y debutó en la NFL la temporada anterior. “El hecho de que esto sea real y de que haya chicos de 15 y 16 años que conocen el deporte y se rodean de algunos modelos a emular, jugadores reales de la NFL… es una locura, es asombroso”.

Más de 1.500 prospectos solicitaron ser admitidos en la academia. Los 150 finalistas se definieron tras dos meses de entrenamientos y entrevistas. Fueron invitados para unirse a Obada, Smith-Schuster y otros “embajadores” del programa en el Tottenham Hotspur Stadium.

Participaron en una última ronda de entrenamientos, que incluyeron carreras y pruebas de salto.

Casi la mitad de los participantes provenía de Londres. El resto, de otras partes de Gran Bretaña. Algunos llegaron de otros países europeos, como en el caso del polaco Kacper Jaszewski, quien hizo uno de los recorridos más rápidos en las pruebas.

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