Shanghai
Agencia dpa
El piloto alemán Sebastian Vettel se fue ayer a la ofensiva tras la fuerte demostración de poderío del británico Lewis Hamilton que con su Mercedes se impuso en el Gran Premio de China, la carrera número 1,000 en la historia de la Fórmula 1.
Vettel, de 31 años, reaccionó irritado ante las críticas a las órdenes de Ferrari a su favor y en perjuicio de su compañero de escudería, el ascendente piloto monegasco Charles Leclerc, que tuvo que dejarse adelantar por Vettel.
«Déjenme expresarlo así: en el momento en que sucedió sabía que llegaría la pregunta», dijo con tranquilidad y determinación Vettel. «No sé si quiero responderla. Tengo algo contra el modo de trabajo, ustedes toman partes de respuestas y las muestran bajo otra luz», lamentó.
El viaje de Vettel por China no terminó como él y Ferrari se lo habían imaginado. El tercer lugar detrás de Hamilton, quien obtuvo su triunfo número 75 en Fórmula 1, y de Valtteri Bottas en el segundo Mercedes, se convirtió en el primer podio de la temporada para el alemán.
Hamilton reemplazó así al finlandés como líder en la clasificación del Mundial de Fórmula 1 tras las primeras tres pruebas del campeonato.
«Estoy feliz de estar en el podio. Pero fue duro. Intentamos mantener el ritmo pero no funcionó», añadió Vettel. Su colega de escudería Leclerc, quien contra su voluntad debió dejar pasar tempranamente a Vettel, llegó quinto.
En el cuarto puesto terminó el holandés Max Verstappen, de Red Bull. En tanto, el alemán Nico Hülkenberg tuvo que abandonar por un problema mecánico en su Renault.
«Estas y las próximas semanas son muy importantes para nosotros ya que veremos hacia dónde iremos en los próximos meses. Hoy no fuimos tan rápidos como Mercedes», admitió Vettel.
Al mismo tiempo también se verá cómo manejará la escudería el duelo interno entre el experimentado cuatro veces campeón mundial y el piloto diez años más joven, que superó a Vettel en China inmediatamente al inicio de la carrera.
