SAKHIR, Bahréin
AP
El campeón del mundo de la Fórmula Uno, Lewis Hamilton, se vio beneficiado del fracaso más reciente de Ferrari y ganó ayer un dramático Gran Premio de Bahréin.
Parecía que la carrera iba a terminar con los pilotos de Ferrari, Charles Leclerc y Sebastian Vettel, en las primeras posiciones. Pero Vettel cedió a la presión del ataque de Hamilton con menos de 20 vueltas restantes y quedó fuera de la contienda por el primer lugar.
En un giro dramático, el motor del líder de la carrera Leclerc comenzó a fallar cuando quedaban menos de 10 vueltas, lo que permitió que Hamilton se recuperara de un déficit de 10 segundos y asegurara el primer y segundo sitio para Mercedes, cuando su compañero Valterri Bottas pasó a Leclerc con tres vueltas para terminar.
Un abatido Leclerc pensó que se iba a convertir en el tercer piloto más joven en ganar una carrera del máximo circuito, pero en vez de eso se tuvo que conformar con la tercera posición en otro día decepcionante para la escudería.
El piloto holandés Max Verstappen, de Red Bull, terminó en el cuarto lugar y Vettel en quinto.
Leclerc tuvo suerte de concluir tercero, sólo porque el auto de seguridad ingresó cerca del final luego que los Renault de Daniel Ricciardo y Nico Hulkenberg se salieron de la pista.
Bajo las reglas del auto de seguridad los pilotos deben mantener su posición. Verstappen no pudo atacar y se perdió la posibilidad de un segundo podio consecutivo, luego de su tercer lugar hace dos semanas en la carrera inaugural de la temporada, el Gran Premio de Australia, detrás de Hamilton y Bottas.
Leclerc obtuvo el punto extra por registrar la vuelta más rápida, pero Ferrari sabrá que el tercero y quinto puesto simplemente no fueron suficientemente buenos, tras su cuarto y quinto sitio en Australia.
De cara al Gran Premio de China dentro de dos semanas, Ferrari tiene que encontrar una manera de dejar de dilapidar puntos.
La 74ta victoria en la carrera de Hamilton le valió un abrazo del exseleccionado de Inglaterra y exestrella del Manchester United, David Beckham. Pero el cinco veces campeón de la F1 reconoció que ésta vino con un toque de buena fortuna.
