Por JEROME PUGMIRE Associated Press
SAKHIR, Bahréin
Agencia (AP)
Mick Schumacher se siente confiado para su puesta de escena en el calor desértico de Bahréin. Serán días intensos para el joven de 20 años, hijo de Michael Schumacher, la leyenda de la Fórmula Uno. Le tocará debutar en la F2 para el equipo Prema mañana y también el martes, cuando hará su primera prueba de F1 para Ferrari.
La idea de tener nuevamente a un Schumacher al volante del bólido rojo entusiasma a los aficionados, y le ha valido abundante cobertura de la prensa.
“Por supuesto que será emocionante”, expresó el piloto.
Cinco de los siete títulos de F1 que tuvo su padre fueron con Ferrari entre el 2000 y el 2004. El padre también posee el récord de victorias en la F1, con 91.
Schumacher hijo dijo que se siente “totalmente confiado” de que puede lidiar con la presión y que está “realmente preparado, 100 por ciento listo”.
Una de las características de su padre fue su convencimiento de que iba a ganar. La semejanza física entre los dos es además indudable.
Padre e hijo esquiaban juntos en diciembre de 2013, cuando el padre cayó y se golpeó la cabeza contra una roca, rompiendo el casco.
Los médicos le extirparon algunos coágulos cerebrales pero otros permanecieron porque estaban muy profundos. Schumacher estuvo en coma inducido del cual luego salió, pero no se ha sabido mucho sobre su condición desde que salió del hospital en septiembre de 2014 para ser atendido en su casa a orillas del Lago Ginebra en Suiza.
Para Mick, hablar de su padre es algo emotivo. Aunque habló tranquilamente en un tono sosegado, se percibía su emoción cuando hablaba de la influencia que recibió de su padre en el automovilismo.
«Yo no sería la persona que soy si no fuera por él», dijo Schumacher a reporteros. «Es una pregunta difícil. Obviamente es parte de mí, soy su hijo. Él es mi padre y estoy feliz por ello. Él es el mejor en toda la F1, y lo admiro por ello, estoy orgulloso de tenerlo como padre”.
Hace dos años, Schumacher hizo una exhibición en un automóvil Benetton B194 como el que condujo su padre en el primero de sus siete campeonatos en 1994.
Desde el comienzo Schumacher sabía que quería seguir los pasos de su padre.
“Obviamente yo le dije que eso es lo que yo quería hacer realmente, profesionalmente, como carrera, como empleo. Así que bien temprano lo tomemos muy en serio, trabajamos en ello. Las cosas sucedieron bastante rápido”, expresó el joven.