Por MICHAEL WEISSENSTEIN y RONALD BLUM
LA HABANA
Agencia (AP)

Las Grandes Ligas, su sindicato de jugadores y la Federación Cubana de Béisbol alcanzaron un acuerdo que permitirá a los peloteros de la isla firmar contratos con los clubes en Estados Unidos sin tener que desertar, un esfuerzo que busca eliminar el peligroso tráfico de individuos que llevaba décadas.

El acuerdo, vigente hasta el 31 de octubre de 2021, facilita a los cubanos firmar bajo reglas similares a las de jugadores bajo contrato con clubes en Japón, Corea del Sur y Taiwán.

“Durante años, las Grandes Ligas de Béisbol han estado buscando poner fin a la trata de jugadores de béisbol de Cuba por parte de organizaciones criminales al crear una alternativa segura y legal para que esos jugadores firmen con Clubes de las Grandes Ligas”, dijo el comisionado Rob Manfred en un comunicado divulgado ayer. “Creemos que este acuerdo logra ese objetivo y permitirá que la próxima generación de jugadores cubanos persiga su sueño sin tener que enfrentar muchas de las dificultades experimentadas por jugadores actuales y ex jugadores cubanos que han jugado en las Grandes Ligas de Béisbol».

Dependiendo de la calidad que muestren los futuros peloteros, el acuerdo podría significar millones de dólares en ingresos para la federación cubana. La organización carece de recursos suficientes y ha atestiguado una declinación en la calidad de sus peloteros e instalaciones durante los años recientes, a medida que el talento emigra al extranjero.

El acuerdo representa un paso adelante en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, durante un momento de tensiones entre el gobierno cubano y la administración del presidente Donald Trump, quien ha prometido revertir la apertura fomentada por su antecesor Barack Obama en 2014 hacia la isla.

Las Grandes Ligas explicaron que el acuerdo fue permitido por una licencia general emitida en 2016 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro. Esa licencia no se limitaba al béisbol.

“El béisbol ha sido siempre un puente entre nuestras dos naciones, al facilitar las conexiones entre la gente y los acuerdos más amplios que han unido a nuestros países”, comentó el senador Patrick Leahy, demócrata por el estado de Vermont.

El republicano Jeff Flake, senador por Arizona, consideró que el acuerdo fue un “jonrón”.

“Mejorará la vida de los peloteros cubanos, quienes no tendrán que arriesgarse más a un tránsito inseguro hacia Estados Unidos”, tuiteó.

Toda disputa entre MLB y la federación cubana será zanjada por la Cámara Internacional de Comercio.

El pelotero podrá decidir si quiere que un agente registrado ante el sindicato negocie un convenio de Grandes Ligas. Podría recurrir a un representante distinto para negociar un acuerdo de las menores.

Solo los jugadores con contratos con la federación cubana están cubiertos bajo el acuerdo. La federación cubana acordó permitir la contratación todos los peloteros de 25 años o mayor edad con al menos seis años de experiencia profesional. Estarán bajo la categoría de profesionales internacionales en el contrato colectivo de MLB, y no estarán sujetos a los montos para firmas de peloteros internacionales aficionados.

La federación cubana tendrá la facultad de permitir que jugadores más jóvenes firmen contratos de ligas menores con organizaciones de MLB.

“Hoy es un día en que estoy extremadamente feliz”, manifestó en un comunicado Yasiel Puig, jardinero de los Dodgers de Los Ángeles, quien fue trasladado fuera de Cuba por traficantes vinculados con un cártel mexicano de las drogas, de acuerdo con testimonios rendidos ante una corte. “Saber que los futuros jugadores cubanos no pasarán por lo que pasamos me hace muy feliz”

Los peloteros cubanos tienen una larga historia en las mayores. Minnie Miñoso fue elegido nueve veces al juego de Estrellas, Tony Oliva acumuló ocho selecciones, mientras que Camilo Pascual y Tony Pérez participaron en ese encuentro siete veces.

Orlando y Liván Hernández, Puig, Aroldis Chapman y otros se han convertido en astros durante las décadas recientes, otros han sido un fiasco tras firmar convenios millonarios.

El jardinero Rusney Castillo llegó a un acuerdo por siete años y 72.5 millones de dólares con Boston en 2014 y ha aparecido apenas en 99 juegos con los Medias Rojas. Ha disputado 347 duelos en las menores.

Cualquier pelotero que esté en posibilidades de firmar con clubes de Grandes Ligas podrá hacerlo sin salir de Cuba. La cuota pagada por el equipo que lo contrate estará regida por las mismas reglas que en otros sistemas de las mayores: 20% de los primeros 25 millones de dólares en un contrato con las Grandes Ligas, 17,5% de los siguientes 25 millones y 15% de cualquier monto por encima de los 50 millones.

Habrá una tarifa complementaria de 15% sobre cualquier bono, escala salarial y opciones ejercidas.

Para los contratos de las menores, la cuota será de 25% del bono por la firma, y habrá una tarifa complementaria para cualquier profesional extranjero que llegue a su primer acuerdo que incluya términos de Grandes Ligas si éstos se terminan ejerciendo.

Un ex pelotero de la federación cubana bajo contrato de MLB podrá regresar a Cuba durante el receso de invierno en Norteamérica. Podrá jugar en Cuba durante el receso si cuenta con el consentimiento de su equipo de Grandes Ligas.

Los jugadores requerirán el consentimiento de una serie de funcionarios deportivos en su país, antes de que la federación cubana acceda a cederlos, de acuerdo con Higinio Vélez, el presidente de esa organización.

Vélez describió el nuevo sistema como una forma de proteger la calidad del béisbol cubano, permitiendo simultáneamente que los peloteros lleguen a las mayores sin recurrir a contrabandistas y sin romper los vínculos con su nación.

Refiriéndose a las familias de los jóvenes peloteros, el presidente de la federación cubana dijo: “Éste es el camino legal, el camino seguro, del cual siempre hemos soñado para sus hijos”.

La salida de jóvenes peloteros cubanos hacia MLB se ha reducido desde que se impusieron límites en las firmas de jugadores aficionados internacionales desde el 2 de julio de 2017.

Para 2017-18, el jardinero Julio Pablo Martínez obtuvo 2,8 millones de dólares con Texas. El otro bono por fichaje superior a los 300,000 dólares con un amateur cubano fue de 750,000 dólares para el campocorto Eddy Díaz (Colorado).
En el periodo actual de fichajes, que comenzó el 2 de julio, el mayor bono por firma para un pelotero amateur cubano ha sido de 975,000 dólares para el jardinero Jairo Pomares con San Francisco.

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