Por Ignacio Encabo
Madrid/Barcelona,
Agencia dpa

El 26 de mayo el Real Madrid acarició el cielo en Kiev con su tercera Liga de Campeones consecutiva, pero lo que parecía una fortaleza se convirtió en apenas unos meses en un castillo de naipes. Y hoy no hay una sola carta que se mantenga en pie.

El Real Madrid tocó ayer fondo en el Camp Nou, donde cayó humillado por 5-1 ante el Barcelona en el clásico del fútbol español para quedar noveno de la clasificación con 14 puntos en diez jornadas. Está por detrás de equipos como Getafe, Levante, Valladolid, Alavés o Espanyol.

Aquel equipo calificado de legendario y eterno con el título en Kiev está hoy hecho trizas tras una pretemporada muy convulsa y a la que ahora muchos miran con sospecha.

Las salidas de Zinedine Zidane y de Cristiano Ronaldo, los buques insignia de las tres Champions seguidas, dejaron al equipo muy debilitado. El Real Madrid fichó a Julen Lopetegui para que asumiera las riendas, pero no reinvirtió los más de 100 millones de euros que recibió por Cristiano Ronaldo en un crack que pudiera tapar el agujero del portugués. Y ese agujero parece hoy un cráter.

El club presidido por Florentino Pérez fichó a un portero, a un lateral y a un delantero, Mariano Díaz, que heredó el «7» de Cristiano Ronaldo. Pero no llegó ningún crack capaz de decidir partidos.

Si algo ha echado de menos el Real Madrid esta temporada han sido los goles del portugués. Lleva apenas 21 tantos en 14 encuentros, una cifra tremendamente baja para un equipo acostumbrado a golear en los campos más difíciles del continente. La temporada pasada, sin ir más lejos, ganó en los campos de Paris Saint-Germain, Juventus y Bayern Múnich rumbo a la final de la Champions.

«Nos ha pasado de todo», aseguró Lopetegui en referencia a las últimas semanas de su equipo, en las que acumuló lesiones, muchos tiros a los palos y cinco derrotas desde el 22 de septiembre.

«Ha sido año de Mundial y han pasado muchas cosas. Creo que la falta de eficacia en muchos partidos nos ha fastidiado mucho», añadió Loptegui en la que pareció su última rueda de prensa como técnico del Real Madrid.

A la crisis de gol, a las lesiones y a esa cierta dosis de mala suerte se une también la baja forma de algunos futbolistas clave del plantel. No hay un jugador que se salve estos días de la crítica y los dos únicos madridistas que jugaron el 15 de julio la final del Mundial de Rusia, el francés Raphael Varane y el croata Luka Modric, están posiblemente en su peor momento desde que visten la camiseta blanca.

«A algunos jugadores les ha costado coger su mejor forma», admitió Lopetegui, que sin embargo se mostró muy optimista con el futuro del Real Madrid. Con o sin él en el banquillo.

«El equipo tiene vida el resto de la temporada. Estoy convencido de que este año el Real Madrid va a celebrar (…) A ver qué pasa en abril y mayo, queda mucho».

En efecto, la temporada es muy larga y el Real Madrid tiene potencial para cambiar la dinámica en la que vive y terminar con algún trofeo en sus manos. Y más en competiciones como la Champions o la Copa, que se deciden por detalles y en los últimos meses del curso.

En la Liga, sin embargo, el equipo quedó muy tocado y se antoja difícil pensar que pueda recuperar siete puntos al Barcelona. De Kiev a Barcelona, el Real Madrid pasó del cielo al infierno en 155 días.

Artículo anteriorLa FIFA y el Gobierno británico lamentan muerte del dueño del Leicester
Artículo siguienteEl Barcelona hunde al Real Madrid, Alavés y Sevilla siguen su estela