Elche, España
DPA

El nuevo seleccionador español, Luis Enrique, presentará mañana en casa su proyecto para el equipo nacional con Croacia por rival y con el deseo de ratificar las buenas sensaciones ofrecidas ante Inglaterra.

El debut de Luis Enrique fue el soñado. España ganó el sábado en Wembley a Inglaterra por 2-1 en el arranque de la Liga de Naciones después de jugar un partido sólido y de esbozar los primeros apuntes de lo que desea su nuevo seleccionador: presión alta, agresividad, mezcla de juego en corto y en largo, posesión, ocupación intensiva de todas las zonas del campo… Y, por encima de todo, volver a ganar.

Ahora llega la oportunidad de refrendar todas esas sensaciones en el primer partido de Luis Enrique como seleccionador en terreno español. Será en el estadio Manuel Martínez Valero de Elche ante 30 mil hinchas.

Si el sábado tuvo delante a una semifinalista del Mundial, mañana recibirá a toda una subcampeona, la Croacia de Luka Modric e Ivan Rakitic, un equipo que llegó pequeño a Rusia y que se marchó de allí convertido en gigante.

España tiene asuntos pendientes con el conjunto balcánico, aquel que hace poco más de dos años le derrotó por 2-1 en la Eurocopa de Francia y condenó al equipo entonces dirigido por Vicente del Bosque a jugar unos octavos ante Italia que perdió por 2-0.

Aquella derrota desembocó en el adiós del seleccionador y en nuevos e inesperados sucesos encadenados. Julen Lopetegui agarró la pizarra de Del Bosque, pero fue despedido dos días antes del debut en el Mundial de Rusia y Fernando Hierro apenas duró unas semanas en el puesto. Ahora Luis Enrique es el capitán del barco español.

«A quién no le viene bien una victoria así. Empezar así es la mejor manera, pero en el fútbol sólo vale el presente», aclaró Luis Enrique tras la victoria en Wembley y consciente de que volverán las dudas y el desencanto si España no vence a Croacia.

Es probable que el seleccionador español haga varios cambios en el equipo. Es comienzo de temporada y dos partidos de alto nivel en tres días pesan sobre las piernas de los jugadores. Así, es factible que entren jugadores como Álvaro Morata, Iñigo Martínez, César Azpilicueta o Marco Asensio.

Croacia llegó a España tras empatar 1-1 ante Portugal en un amistoso poco atractivo y en que faltaron Cristiano Ronaldo e Ivan Rakitic. Modric fue lo más relevante del equipo balcánico durante los 55 minutos que jugó junto a Ivan Perisic, el autor del gol croata. Por contra, Domagoj Vida, su mejor central, se tuvo que retirar lesionado.

Curiosamente, y lejos de ratificar un proyecto, el éxito del Mundial significó para Croacia la apertura de una fase de incertidumbres. Varios jugadores se retiraron del equipo nacional y su entrenador, el ahora cotizadísimo Zlatko Dalic, tiene dudas para comprometerse hasta la próxima Eurocopa. La inestabilidad de su federación, con conflictos en los tribunales, tampoco le ayuda a tomar una decisión y hasta comenzó a sonar como candidato a dirigir a la selección de Colombia.

Son muchos los atractivos del partido de mañana en Elche, que se volcará con la selección española para llenar su aforo. España busca no sólo encarrilar su trayectoria en la Liga de Naciones, sino reforzar todo lo bueno que exhibió en Wembley y encontrar soluciones para enmendar sus errores. Para Croacia, el encuentro debe servir para obtener la tranquilidad necesaria para recuperar las buenas sensaciones -internas y externas- que le faltan desde que acabó el Mundial.

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