Madrid
DPA

El Barcelona goleó ayer por un explícito 8-2 al Huesca y se destacó en la cima de la Liga española de fútbol junto al Real Madrid para sugerir, demasiado pronto, que quizá se presente un torneo a decidir entre dos.

Si el conjunto blanco venció 4-1 al Leganés el sábado, los azulgranas redoblaron su apuesta ante el recién ascendido Huesca. El Barcelona igualó a nueve puntos con el Real Madrid y es líder por diferencia de goles. Con siete aparece el Celta de Vigo y después una larga lista de equipos con cuatro unidades, entre ellos el Atlético de Madrid. Y con apenas dos puntos está el Valencia, otro teórico aspirante a pelear con los mejores.

«Esto está empezando. Le doy una importancia relativa al liderato», manifestó Ernesto Valverde, el entrenador del Barcelona.

La primera parte del choque jugado en el Camp Nou fue muy atractiva porque el modestísimo Huesca mostró un gran atrevimiento e incluso se adelantó a los dos minutos con un gol del colombiano «Cuchu» Hernández en una clara concesión de la defensa local.

El tanto enfureció a Lionel Messi, que asumió el mando del Barcelona y a los 16 minutos igualó en una brillante jugada personal. Y a los 24 minutos el conjunto azulgrana volteó el marcador con un tanto en propia puerta de Pulido.

El Barcelona comenzó a disfrutar de su conocido estilo de juego y Luis Suárez marcó a los 40 minutos su primer gol de la temporada, aunque el Huesca sugirió algo de emoción dos minutos más tarde con un tanto de Gallar.

Sin embargo, el conjunto entrenado por el argentino Leo Franco dimitió en la segunda parte, en la que hizo múltiples e inconcebibles concesiones. Como en el cuarto gol, obra de Ousmane Dembélé con un disparo cruzado. El francés continúa respondiendo a la confianza de Valverde, quien volvió a dejar en el banquillo a todos los fichajes de la temporada.

Ivan Rakitic hizo el quinto tanto local a los 52 minutos con un disparo lleno de talento y Messi completó su doblete a los 61 minutos al contraataque.

El Barcelona añadió otra muesca a su amplia goleada con un gol de Jordi Alba con precisa asistencia de Messi y el equipo de Valverde cerró la fiesta anotadora con un penal de Suárez en el descuento.

Mientras, el Betis ganó 1-0 al Sevilla en un partido de máxima tensión decidido gracias a un gol postrero del gran ídolo local, Joaquín, quien resolvió después de una enorme polémica.

A los 64 minutos, el arquero del Betis, Pau López, atrapó un balón en su área y golpeó bruscamente a Roque Mesa en su intento de simular. El árbitro, Jesús Gil Manzano, lo interpretó todo al revés: en lugar de señalar penal a favor del Sevilla, decretó falta de Roque Mesa y expulsó al centrocampista, que se marchó indignado. Esta vez el VAR no entró a valorar la jugada.

Entonces el Betis se fue a por el partido y obtuvo el premio a su dominio final a los 80 minutos, cuando Mandi puso un balón medido para que Joaquín, que apenas llevaba seis minutos en el campo, cabeceara a la red en mitad del delirio de su hinchada.

Al Sevilla no le quedó poder de reacción y el triunfo se quedó en la casa de un Betis que igualó en la clasificación a su gran rival de la ciudad, ambos con cuatro puntos.

Por su parte, el Valencia sigue sin ganar y se quedó con un empate 2-2 ante el Levante, que se adelantó por mediación de Roger. Dimitri Cheryshev igualó, Roger volvió a adelantar a los locales y Dani Parejo firmó de penal las tablas definitivas.

En otro encuentro, el Alavés superó 2-1 a un Espanyol que se hundió tras adelantarse con un penal anotado por Leo Baptistao. Borja Bastón y Rubén Sobrino voltearon el resultado en la segunda parte.

Artículo anteriorNapoli cae ante la Sampdoria y empieza a ceder en la Serie A
Artículo siguienteEl Manchester United vuelve al triunfo con un doblete de Lukaku