Londres
DPA

Torso desnudo, el balón debajo del pie izquierdo, mar de fondo y unos niños jugando a su alrededor: hacía mucho tiempo que no se veía una imagen tan relajada de Mesut Özil. Tras su temporada más difícil, el futbolista alemán se prepara para un nuevo comienzo.

«En cualquier momento y en cualquier lugar», escribió Özil esta semana en un post de Instagram junto a su imagen con el balón, uno de los pocos amores que parecen haber quedado en pie después de meses de furia.

Tras sus vacaciones, Özil viajará mañana junto al plantel del Arsenal a Singapur para disputar la «International Champions Cup» y comenzar la pretemporada. El primer encuentro será el jueves ante el Atlético de Madrid y el sábado será el turno de enfrentarse al Paris Saint-Germain. De los tres, el Arsenal es el único que en realidad no ganó ningún título en la campaña pasada.

Tampoco lo hizo Özil con la selección alemana, que se despidió del Mundial de Rusia en primera ronda tras caer contra todo pronóstico ante México y Corea del Sur. Özil fue uno de los hombres más señalados en la histórica eliminación de la «Mannschaft» y no sólo por su rendimiento en el campo de juego.

El diario deportivo francés L’Equipe incluyó al alemán de origen turco en el peor once del Mundial junto a compañeros como Sami Khedira o Thomas Müller. Pero Özil quedó especialmente en la mira por el denominado «Affaire Erdogan», un escándalo al que algunos apuntan como una de las causas del inexplicable rendimiento de Alemania en tierras rusas.

Todavía se espera en Alemania que Özil se pronuncie sobre la foto que se tomó en mayo en Londres junto al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su compañero Ilkay Gündogan. Erdogan no es precisamente bien visto en Alemania, donde es criticado por su autoritarismo, y la foto generó un enorme revuelo que alteró la tranquilidad del equipo en Rusia.

Gündogan brindó sus explicaciones y su punto de vista sobre el asunto, pero Özil se mantiene en un silencio hermético desde entonces a pesar de los pedidos del mánager Oliver Bierhoff y del presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Reinhard Grindel.

Bierhoff señaló incluso que pudo haber sido un error del seleccionador Joachim Löw convocar a Özil al Mundial, a lo que el padre del futbolista respondió pidiendo la renuncia del mánager.

El futuro de Özil en la «Mannschaft» es una gran incógnita, aunque la principal preocupación del jugador de 29 años pasa ahora mismo por el Arsenal. Su temporada en los «gunners» tampoco fue buena, pero la llegada de Unai Emery le da la oportunidad de volver a comenzar. El antecesor del entrenador español, Arsène Wenger, protegió en todo momento a Özil de las críticas de los medios ingleses. Y Emery también le exhibe de momento un pleno respaldo.

«Mesut es un jugador muy importante para nosotros y queremos ayudarlo», dijo el técnico español del Arsenal. «Quiero trabajar con él para que pueda seguir mejorando y mostrando su calidad en el equipo».

Pero antes de ello, Emery le pidió al jugador que aproveche las vacaciones para despejar la mente y recargar energías. «Quiero que se relaje y que cuando vuelva con nosotros esté fuerte mentalmente».

A su regreso, Özil podrá disfrutar de un pequeño guiño que le hicieron Emery y el Arsenal: esta temporada portará la camiseta número 10. «Es más que un número. Significa mucho para mí vestir esta camiseta la próxima temporada», agradeció el jugador en Twitter, listo para pasar página.

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