Washington
DPA
La NFL ha dejado en suspenso el cambio de política adoptado en mayo para impedir las protestas durante el himno nacional de Estados Unidos antes de los partidos de fútbol americano.
La liga y la asociación de jugadores (NFLPA) están manteniendo de nuevo conversaciones sobre el tema. «En las próximas semanas, mientras estén en marcha estas conversaciones confidenciales, no se emitirán ni se aplicarán nuevas reglas relativas al himno», señaló un comunicado conjunto emitido el jueves por la noche.
La decisión se anunció después de que la NFLPA se quejara de que las nuevas normas se impusieron sin consultar con los jugadores de la liga de fútbol americano.
«Seguiremos enfocados conjuntamente en encontrar una solución al problema del himno a través de un compromiso mutuo y de buena fe y sin litigios», añade el comunicado.
El anuncio tuvo lugar además después de que el jueves se filtraran a los medios estadounidenses las disposiciones adoptadas por los Miami Dolphins en marco del nuevo reglamento de la NFL, ahora en suspenso. Entre ellas está la suspensión por hasta cuatro partidos del jugador que proteste en el campo.
La NFL aprobó en mayo un cambio de política para evitar que en la nueva temporada que arranca el 6 de septiembre se repitan los episodios de deportistas arrodillados sobre el césped o sentados en el banquillo mientras suena el himno estadounidense, «The Star Spangled Banner».
Es lo que ha ocurrido en numerosas ocasiones desde que en agosto de 2016, el entonces mariscal de campo de los San Francisco 49ers Colin Kaepernick comenzó a protestar así contra el racismo tras un verano marcado por episodios de brutalidad policial contra hombres negros en Estados Unidos.
Lo que hizo la NFL en mayo fue prohibir esas protestas en el campo anunciando que impondría sanciones a los clubes si se producían protestas y dejando en sus manos imponer o no sanciones a los jugadores que las protagonizaran. A quienes no quisieran escuchar el himno en pie mirando a la bandera les dio no obstante la posibilidad de quedarse en el vestuario.
El tema de las protestas marcó la temporada pasada de la NFL y se convirtió en un tema candente con la entrada del presidente Donald Trump en él.
El mandatario y la Casa Blanca acusaron de antipatriotas e irrespetuosos con la bandera y con los militares a los jugadores que protestaban. Trump llegó a llamarlos «hijos de puta» y a pedir a los clubes su despido.
El cambio de política anunciado en mayo se interpretó como una cesión de la NFL al republicano. Y aunque este lo celebró en un inicio, luego se quejó.
«Han aprobado algo estúpido», dijo a principios de mes. «Si no respetan la bandera o si no les gusta el país, pueden quedarse en el vestuario. ¿No es eso peor que no ponerse en pie? Creo de hecho que es peor en muchos sentidos», añadió.
