PARÍS
AP

Con fuegos artificiales, bengalas, gritos y lágrimas de felicidad, los franceses celebraron el triunfo de su selección en la semifinal de la Copa del Mundo hasta bien entrada la madrugada de hoy.

Numerosos seguidores del equipo nacional encendieron bengalas que despidieron humo rojo frente al Palacio del Ayuntamiento, donde una multitud atestiguó mediante una pantalla gigante el triunfo por 1-0 sobre Bélgica ayer.

Los aficionados tomaron las calles de la ciudad, desde los elegantes Campos Elíseos hasta los barrios de clase trabajadora en la periferia. Estallaron ráfagas de petardos y resonaron las bocinas de los vehículos, junto con los cánticos de “On est en finale!”, o “¡estamos en la final!”

Algunas calles permanecieron cerradas al tráfico ante la imposibilidad de pasar por la presencia de la muchedumbre. Camionetas de la policía se aparcaron en las áreas más concurridas de una urbe que no baja la guardia tras los atentados recientes.

Francia enfrentará al ganador de la otra semifinal, que disputaban ayer Inglaterra y Croacia. El encuentro por el título se llevará a cabo el domingo en Moscú.

Desde el ciudadano común hasta las celebridades y los políticos han mostrado su entusiasmo a medida que la selección avanzaba en el Mundial.

Samuel Umtiti anotó el único tanto de la semifinal, disputada en San Petersburgo, mediante un cabezazo a los 51 minutos.

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