MOSCÚ
AP

Cientos si no es que miles de aficionados mexicanos acudieron al Mundial de Rusia con su sombrero de mariachi en la mano. Muchos de ellos, regresarán sin él.

El trueque, una de las formas más antiguas de comercio, ha resurgido en los últimos días en un mercado popular de Moscú, donde los mexicanos que vinieron a la Copa del Mundo han dejado sus sombreros y algunas máscaras de luchador a cambio de artesanías para llevar a casa.

«Supe que se podían intercambiar los sombreros por souvenirs y por eso decidí venir, ya cambié uno por un gorro ruso”, dijo a The Associated Press José Carlos Trejo, un aficionado de 28 años y residente en la capital mexicana. “Se ve que los aprecian mucho por cómo están hechos».

Trejo llegó al mercado de Izmailovo para canjear un par de sombreros: «Yo iba caminando y un vendedor me detuvo y me dijo que me cambiaba cualquiera de mis dos sombreros, me dijo que lo quería».

Tras la eliminación del Tri en los octavos de final, aficionados como Trejo se han dirigido al mercado para intercambiar sus sombreros. El lugar, localizado en el centro de Moscú, es considerado una atracción turística por ser la sede de decenas de puestos donde se pueden adquirir toda clase de recuerdos y artesanías locales a precios populares.

«El sombrero de México llama mucho la atención. A mí me han ofrecido que lo deje a cambio y también me han ofrecido efectivo… hasta 3.000 rublos (47 dólares), afirmó Mario Alba, aficionado de 34 años y originario de la Ciudad de México. «A mí sí me gustaría cambiarlo por un gorro de los rusos que ellos usan, pero antes quiero ir a hacer una foto con el sombrero y la bandera en la Plaza Roja”.

Los sombreros de mariachi más comunes entre los aficionados mexicanos son de color negro y tienen tejidos los colores verde blanco y rojo de la bandera nacional. Además llevan bordado el nombre de México en la parte superior. Su diámetro promedio es de 60 centímetros y el peso es variable dependiendo de la cantidad y calidad de los grabados.

Todo eso convierte al sombrero en una carga pesada e incómoda para muchos aficionados que tienen que volar poco más de 10.000 kilómetros para volver a casa. Quizá por eso, buscan dejarlos a cambio de un recuerdo ruso.

«Es un problema moverte con ellos en los aeropuertos y los trenes, mejor vienes aquí y te vas con menos cosas en la mano», agregó Alba. «Yo creo que por eso hay tanto mexicano cambiándolos aquí».

El sombrero de mariachi es tan atractivo que algunas vendedoras rusas lo utilizan mientras trabajan. En otros sitios del mercado el sombrero está a la venta colocado al lado de los tradicionales rusos.

Las vendedoras dijeron que los sombreros que tenían en la cabeza se los habían regalado algunos aficionados mexicanos pero no quisieron entrar en detalles sobre si tuvieron que ceder algo a cambio.

Otro artículo que los mexicanos ofrecen a los vendedores es la máscara de luchador, muy común en los estadios del fútbol mexicano y que se puede conseguir con los colores de cada equipo. Es usada en los partidos de la selección mexicana, con los colores verde blanco y rojo de la bandera.

Pero no genera el mismo interés.

«Traté de ver si me daban algo por mi máscara pero o no les interesaba tanto o me querían dar muy poco o nada, creo que me la llevaré de vuelta a casa», dijo Homero Martínez, un aficionado de Monterrey. «Quizá debí traer un sombrero, hubiera tenido más suerte».

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