Istra, Rusia
DPA
El diario L’Equipe lo elevó a héroe junto a Kylian Mbappé y le dedicó tres páginas completas. Benjamin Pavard está viviendo estos días en un «sueño», pues llegó al Mundial de fútbol de Rusia como un mero complemento y se ha convertido en gran protagonista en Francia.
Titular y autor de un gol de superclase en el 4-3 ante Argentina en octavos de final, el lateral se convirtió en el primer defensa que marca un tanto mundialista para los «bleus» desde Lilian Thuram.
«Esta temporada vimos unos 30 partidos de él, lo seguimos desde la época junior. Es un jugador con carácter y personalidad que tiene un objetivo claro», dijo hoy Guy Stéphan, ayudante del seleccionador, Didier Deschamps, en el campamento francés de Istra.
No podría ir mejor en Rusia para el jugador del Stuttgart, que sin embargo no está del todo contento. El apodo que le han puesto sus compañeros, «Jeff Tuche», no le gusta demasiado. «Al principio era graciosa, pero…», dijo el defensa de 22 años.
Adil Rami, quizá más conocido por ser el novio de la ex vigilante de la playa Pamela Anderson, le puso el sobrenombre por el parecido de sus rizos con los del personaje interpretado por Jean-Paul Rouve en la comedia «Les Tuche».
Pero los rizos no son la única marca dejada por Pavard en el Mundial. El hombre de Maubeuge, una pequeña población en el norte de Francia, es principalmente un buen especialista defensivo. «Me encanta defender», dice el lateral.
Eso pudo comprobarlo el extremo argentino Ángel di Maria en los octavos de final, donde el francés Paul Pogba elogió el trabajo de Pavard por su «mentalidad y agresividad».
A eso se agregó un auténtico golazo, una pelota empalmada que coló por el ángulo, «el gol más lindo del Mundial», según palabras del arquero Hugo Lloris.
«Me encanta probar voleas, pero en el entrenamiento la mayoría de las veces mato palomas», bromeó Pavard, cuyo tanto fue el primero de un zaguero galo desde la exhibición de Thuram en las semifinales de 1998. «Hacer una carrera como la de Thuram lo firmaría ahora mismo», dijo el joven.
Thuram es con 142 partidos el hombre con más internacionalidades, y jugó además en grandes como Mónaco, Juventus de Turín y Barcelona. Pavard, de momento, fue del banco de suplentes del Lille al Stuttgart alemán. Sin embargo, que la próxima temporada siga en la Bundesliga es cada vez más incierto.
«No puedo prometerlo, porque si prometo que me quedo en el Stuttgart y luego no lo hago no me van a querer más los fans. Pero yo quiero jugar en la Champions League», dijo recientemente a la televisión Sky.
En Stuttgart hace tiempo que aprendieron a apreciar al «Señor Confiable». El francés estuvo 34 partidos, desde el principio hasta el final, sobre el césped. Y buena parte del mérito del séptimo puesto del equipo, recién promocionado, es suyo.