Sochi, Rusia
DPA

La única defensa invicta de Rusia 2018 contra el delantero más letal de la temporada, el equipo frente a la estrella. El aguerrido Uruguay y el Portugal de Cristiano Ronaldo se miden mañana en Sochi en un duelo que promete ser uno de los más equilibrados en los octavos de final del Mundial de fútbol.

El cruce del ganador del Grupo A y el segundo del Grupo B en el estadio Fisht de Sochi enfrenta a dos de los equipos que aspiran a dar el golpe en Rusia, aunque con argumentos diferentes: los lusos apuestan por el voraz CR7, dispuesto a todo en su pulso con Lionel Messi por ser el mejor del mundo, mientras que los «charrúas» presentan un equipo cada vez más cuajado en todas su líneas y con la pólvora de Luis Suárez y Edinson Cavani en la delantera.

El Portugal de Fernando Santos no convenció hasta ahora y pasó a octavos con dudas tras obtener un 1-1 contra la modesta selección de Irán, un partido que pudo acabar en catástrofe si Mehdi Taremi hubiese conseguido el 2-1 en una clara ocasión en el descuento. Cristiano Ronaldo falló en el duelo un penal que le hubiese permitido subir su cuenta goleadora en el Mundial a cinco goles.

Pero el astro portugués había mostrado antes ya su categoría en Rusia, en el mismo escenario de mañana, el estadio Fisht, a orillas del Mar Negro: en su debut en el torneo, Cristiano le arrancó un empate a una gran España prácticamente él solo con un «hat-trick» en el partido más vibrante de lo que va de Mundial.

«Tenemos nuestras armas», avisó el central luso Cedric Soares sobre la fuerza del actual campeón de Europa. La apuesta de Portugal pasa por el fútbol a veces opaco, pero pragmático y efectivo con el que ganaron la Eurocopa hace dos años, y sobre todo por el hambre de Cristiano.

Nombres, sin embargo, tampoco le falta a su rival, el equipo sudamericano que más convenció en el Mundial además de Brasil. Los «charrúas» tienen en Suárez y Cavani a una de las ofensivas más contundentes del mundo. El dúo ya está «en su salsa» tras marcar en los dos últimos partidos de «la celeste», consideró su técnico, Óscar Tabárez.

Uruguay es además un equipo completo y sólido, quizá uno de los proyectos de selección más serios de los últimos años, comandado desde 2006 por el ponderado y filosófico «Maestro» Tabárez, el técnico más veterano del Mundial a sus 71 años.

La férrea defensa compuesta por los centrales del Atlético de Madrid Diego Godín y José María Giménez, éste último duda aún para mañana por molestias en un muslo, ha sido casi infranqueable en el torneo: Uruguay es la única de las 32 selecciones participantes que cerró la fase de grupos sin recibir goles.

«Es una de las principales características que tenemos como equipo: hacernos fuertes desde la parte defensiva», explicó Godín.

Tras un arranque difícil en Rusia, el mediocampo probado por Tabárez en el 3-0 ante Rusia cuajó con Matías Vecino, Rodrigo Bentancur y Lucas Torreira en el centro y Diego Laxalt y Nahitan Nández por las bandas.

A diferencia de Portugal, los sudamericanos fueron hasta ahora a más en el torneo, y después de sufrir para conseguir un 1-0 frente a Egipto y batir a Arabia Saudí con el mismo resultado, golearon a los eufóricos e inexperimentados anfitriones del Mundial en su último partido.

A la solidez del equipo se suman la vieja mística futbolera y la tradicional garra de los «charrúas», que quieren volver a ganar títulos tras los lejanos campeonatos obtenidos en 1930 y 1950. Los dirigidos por Tabárez, sin embargo, rechazan el papel de candidatos.

«Nunca nos caracterizamos por ser favoritos. La mística nuestra es ser humilde, ir partido a partido», dijo Giogian de Arrascaeta antes del debut mundialista.

«Voy a poner el freno», dijo también sonriente el «Maestro» antes de viajar a Sochi. «Esto sigue y el sábado tenemos un partido por octavos». La siguiente batalla, nada menos que con Cristiano Ronaldo y el campeón de Europa.

OCTAVOS DE FINAL
MAÑANA

Uruguay – Portugal
12:00 horas
Fisht Stadium

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