EKATERIMBURGO, Rusia
DPA

Dos partidos notables en el comienzo del Mundial ilusionaron de nuevo a los jugadores y aficionados de México. La goleada sufrida el miércoles ante Suecia recordó a todos que el Tri de Juan Carlos Osorio lleva casi tres años siendo un equipo bipolar.

El 3-0 no bastó para echar a México de la Copa del Mundo, pero ello fue sólo porque una increíble Corea del Sur venció 2-0 en Kazán a Alemania, la campeona vigente, que requería ganar y quedó en cambio humillada en la fase de grupos.

Y México se instaló en los octavos de final por séptimo Mundial consecutivo, para enfrentar a Brasil. Pero llega a esa instancia tratando de mantenerse a flote en un mar de dudas.

“Teníamos los pies en la tierra, no pasó por ahí que perdimos”, dijo el volante Miguel Layún. “Intentamos imponer condiciones y no las plasmamos, les dejamos a ellos llevar el partido a donde ellos son fuertes, que es al contragolpe”.

Los impactos a la autoestima no constituyen una situación novedosa para el equipo durante la gestión de Osorio, quien llegó a Rusia duramente criticado pese a solventar la eliminatoria de la CONCACAF sin apuro alguno.

En la Copa América Centenario realizada en 2016, México comenzó emocionando también, con un meritorio triunfo sobre Uruguay, sólo para estrellarse en el encuentro de cuartos de final ante Chile, que le endilgó al Tri un 7-0, la peor paliza de su historia en partidos oficiales.

Un año después, en la Copa Confederaciones, México rescató un peleado empate en un partido de toma y daca contra el Portugal de Cristiano Ronaldo. Derrotó a Nueva Zelanda y a la anfitriona Rusia, pero sucumbió por 4-1 ante una Alemania que encaró ese certamen con un plantel alterno.

«Estamos tristes y dolidos pero esto sirve para analizar y trabajar, es un mensaje claro y una lección que aprenderemos para que no se repita», aseveró el portero Guillermo Ochoa. «Está claro que nadie está contento aquí pero hay que ser positivos, estamos en octavos y nadie nos lo regaló, nos lo ganamos en la cancha».

El debut de los mexicanos en Rusia deparó un triunfo histórico, 1-0 precisamente ante Alemania, a la que jamás habían vencido en un partido oficial de categoría mayor. Otra victoria en la segunda fecha, por 2-1 sobre Corea del Sur, avivó la esperanza de que esta fuera la primera selección mexicana que resolviera la fase de grupos con una foja perfecta de tres triunfos.

Lo que apareció en Ekaterimburgo fue el otro México, algo inconcebible si se toma en cuenta que Osorio envió a la cancha exactamente a los mismos hombres que habían enfrentado a la selección surcoreana. Fue, de hecho, la primera vez que el estratega colombiano repitió la alineación de un partido anterior desde que tomó las riendas en 2015.

“Debo decir que clasificamos porque vencimos a Alemania y Corea. Sin embargo, estoy dolido, creo que por primera vez en muchos juegos”, reconoció Osorio. “Cuando jugamos contra un equipo con esa idea de futbol directo, jugamos con tres en el fondo y hoy decidí jugar con cuatro pero con esa estructura no tuve éxito… Les permitimos tres goles, que son demasiados. Mi sensación fue de descontento con nuestra defensa”.

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