Sochi
DPA

La selección de Perú se despidió hoy de Rusia 2018 con una simbólica victoria por 2-0 ante Australia, sin importancia para el torneo, pero cargada de historia para los sudamericanos en su regreso a los Mundiales de fútbol tras 36 años.

El triunfo fue el primero de los «incas» en un Mundial desde el lejano torneo disputado en Argentina en 1978.

Pese a que Perú llegó a su último cruce en el Grupo C ya eliminado, el habilidoso extremo André Carrillo hizo saltar de alegría a la festiva hinchada «blanquirroja» en el estadio Fisht de Sochi en el minuto 18 con un potente derechazo y un gol histórico: fue el primer tanto de los peruanos en un Mundial tras 13 mil 153 días, 36 años después de que los «incas» perdieran 5-1 con Polonia en España 1982.

El capitán Paolo Guerrero, el gran ídolo de la afición sudamericana, selló con el segundo gol en el 50′ el histórico triunfo peruano.

El cuadro «socceroo» pagó cara su inexperiencia y falta de calidad y, pese a dominar gran parte del partido, se vuelve a casa sin celebrar una victoria en Rusia 2018 tras dos derrotas y un empate.

La selección dirigida por el holandés Bert Van Marwijk había llegado a la fecha final del Grupo C todavía con una opción mínima de clasificarse, pero necesitaba para eso derrotar a Perú y esperar el resultado del Francia-Dinamarca.

Como ironía cruel del destino, Perú celebró su primera victoria en Rusia de forma inversa a como había empezado: jugó mal, pero mostró efectividad frente a la portería rival.

En su debut frente a Dinamarca, la «Blanquirroja» fue superior en el campo, pero no pudo concretar varias ocasiones de gol y pagó cara la falta de efectividad al recibir el 1-0 en una de las pocas llegadas de los europeos.

Ese traspié selló el destino de los peruanos en Rusia. El cuadro «inca» volvió luego a perder en su segundo partido por 1-0 frente a la poderosa selección francesa, favorita del grupo, pese a que consiguieron plantarle cara por momentos a las estrellas galas en torno a Antoine Griezmann y Kylian Mbappé.

Además de Carrillo y Guerrero, en el equipo dirigido por el argentino Ricardo Gareca se presentó muy bien el talentoso volante Christian Cueva, traicionado por los nervios en los primeros partidos, tras fallar un penal ante Dinamarca.

Australia entró mejor a la cancha en el Fisht, asfixiando la salida de pelota de los peruanos aunque sin fútbol suficiente para llegar con peligro al arco rival.

Y en su primera llegada clara, Perú mostró por fin la pegada que no había tenido en Rusia y gritó el gol que su hinchada tenía «atragantado» desde el comienzo del Mundial.

Guerrero recibió en el área y la mandó al otro lado del área, donde Carrillo la empalmó en primera con un bello disparo que pegó en el césped antes de marcar el anhelado primer gol de la «Blanquirroja» en Rusia 2018.

El tanto hizo estallar de júbilo a la poderosa hinchada «inca», más de 15 mil peruanos que pintaron de blanco y rojo el Fisht, como ocurrió en los primeros dos partidos de los sudamericanos en Saransk y Ekaterimburgo.

Gareca, idolotrado en Perú, pero que pondría el comando de la selección tras el torneo, celebró también aliviado el primer gol de su equipo en el que es también su propio debut mundialista.

Los australianos desperdiciaron después varias ocasiones de gol. Tom Rogic entró al área esquivando peruanos poco antes de la media hora, pero no pudo superar al arquero Pedro Gallese. Poco después, Robbie Kruse entró por el lado izquierdo, pero Mathew Leckie no pudo conectar bien.

La poca efectividad de los «socceroos» les volvió a pasar factura en el arranque del segundo tiempo: Paolo Guerrero, el goleador histórico de Perú, gritó su primer tanto con su selección en un Mundial con un disparo cruzado con la izquierda tras una buena jugada individual de Cueva.

Australia volvió a desperdiciar después varias ocasiones ante un Perú con la fortuna que le se había negado en su histórica vuelta a los Mundiales. Jugando ya sólo al contragolpe, la «Blanquirroja» tuvo varias ocasiones de gol, entre ellas un disparo de Edison Flores que se estrelló en el palo.

A la hinchada, sin embargo, no le importó, en la calurosa tarde de Sochi.

La barra se dejó la garganta empujando a su equipo con cánticos y cantando «olé, olé» en los instantes finales. En las tribunas del Fisht hubo lágrimas. Perú volvía a gritar un gol tras 36 años, y a celebrar incluso otra marca especial: los incas volvieron a celebrar una victoria mundialista incluso tras 40 años, la primera desde el lejano 4-1 sobre Irán en Argentina 1978.

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