Moscú
DPA

Tras un comienzo de torneo con más sustos de lo previsto, la selección brasileña buscará mañana en Moscú la clasificación a los octavos de final del Mundial de fútbol de Rusia en un partido en el que tendrá a Serbia como rival en el campo y a Alemania como fantasma en el horizonte.

La agónica victoria por 2-0 sobre Costa Rica, con dos goles en el tiempo de descuento, dio oxígeno a la pentacampeona mundial, aunque nada está dicho aún en el Grupo E.

La «canarinha» lidera con cuatro puntos, los mismos que una Suiza que se mide en simultáneo a Costa Rica en Niznhi Nóvgorod. Serbia sigue expectante con tres pese a su caída ante los helvéticos y Costa Rica, ya eliminada, cierra sin unidades. Un empate dará la clasificación a Brasil, pero una derrota significaría muy probablemente su eliminación.

El conjunto de Tite sintió como un enorme alivio la victoria ante Costa Rica, como demostró el llanto de Neymar tras el encuentro, pero en un Mundial plagado de sorpresas no le convendría confiarse. Y menos aún pensar en la posibilidad de especular con un empate para acabar en segundo lugar de la zona y evitar un posible choque con Alemania.

Tal como se está dando el desarrollo del torneo, no es descabellado imaginar un prematuro y explosivo cruce entre los germanos y los sudamericanos en octavos de final. Alemania ocupa de momento el segundo lugar del Grupo F y Brasil el primero del E, un escenario que de mantenerse los citaría en Samara el 2 de julio.

Antes de ello, el equipo de Tite deberá recuperar el nivel que le llevó a ser considerada una de las firmes candidatas al título en Rusia. Neymar no apareció aún en todo su esplendor, pero sí lo hizo un Philippe Coutinho que anotó y fue figura en ambos partidos.

«Es hora de que Neymar comience a jugar para el equipo y no para sí mismo», lo criticó el exfutbolista francés Marcel Desailly en una columna para The Guardian. El crack del Paris Saint-Germain (PSG), de momento, llamó más la atención en los dos primeros encuentros por sus quejas, sus simulaciones y su espectáculo que por su juego.

«A Neymar a veces vos le vas con más ganas. Algo hace mal», consideró el ex defensa uruguayo Diego Lugano. «Messi, Cristiano, Suárez o Agüero son marcados fuerte, pero con otro respeto», analizó.

Tite, que mañana no podrá contar con los lesionados Danilo y Douglas Costa, salió en su defensa y recordó que Neymar es «humano» y que llegó al Mundial tras una angustiosa lesión en el pie que cortó su temporada.

Del otro lado, se presentará una Serbia que llega golpeada después de haber dejado escapar la victoria ante Suiza. El partido estuvo marcado también por los polémicos festejos de los suizos de origen albano-kosovar Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, quienes celebraron sus goles haciendo con sus manos la figura del águila bicéfala que adorna la bandera de Albania.

El gesto molestó a los serbios, que no reconocen la independencia de Kosovo, antigua provincia del país balcánico que está poblada mayoritariamente por personas de origen albanés. Y la FIFA no tardó en aplicar una multa económica.

En el Estadio del Spartak de Moscú, sin embargo, ninguno puede permitirse mirar hacia atrás. Para ambos equipos estará en juego su continuidad en el Mundial.

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