Ekaterimburgo
DPA

¿La cuarta es la vencida? Después de tres Mundiales en los que vio poca acción, Guillermo «Memo» Ochoa parece haberse convertido, ahora sí, en el dueño del arco de la selección mexicana de fútbol en Rusia.

Ochoa, de 32 años, está siendo una de las figuras en un torneo en el que el técnico Juan Carlos Osorio no está aplicando todavía sus habituales rotaciones. El mexicano es hasta ahora el arquero con más paradas en Rusia, con 14 en total en los dos partidos disputados. Su porcentaje de atajadas es del 93,3 por ciento.

«Estoy contento y satisfecho con mi rendimiento y el de mis compañeros. El equipo se ha entregado en cuerpo y alma, tiene mérito lo que hemos hecho, pocos hubieran apostado por nosotros ante del Mundial», expresó hoy.

Ochoa volvió a ser uno de los puntos altos en el «Tri», uno de los equipos más regulares en el Mundial, el sábado pasado en la victoria 2-1 de los mexicanos sobre Corea del Sur en la segunda fecha del grupo F.

El arquero del Standard de Lieja ya había sido figura en el debut con victoria de México sobre Alemania, la actual campeona, donde mantuvo su portería imbatida para contribuir a la histórica victoria por 1-0 de su equipo.

En el debut en tierras rusas, Ochoa detuvo todos los disparos rivales, pero brilló sobre todo por un momento puntual: durante el primer tiempo, el portero se estiró hasta alcanzar el ángulo superior izquierdo donde Toni Kroos había mandado el balón en un tiro libre.

Fue la jugada más clara para Alemania en el partido y Ochoa hizo la diferencia. «Sabemos que no hemos conseguido aún nada. Vamos a seguir sin relajaciones. El fútbol no te da tiempo, te exige día tras día», expresó Ochoa.

El portero habló desde la experiencia. Tras un deslumbrante debut en el América en su país natal dos años antes, Ochoa fue convocado al Mundial de Alemania 2006, pero Oswaldo Sánchez, entonces uno de los líderes y capitanes del «Tri», fue el titular.

Cuando parecía su turno bajo los tres palos, en el Mundial de Sudáfrica 2010, Ochoa recibió la dura noticia de que volvería a ser suplente. En su lugar, el entonces técnico Javier Aguirre llamó a Óscar «Conejo» Pérez, en ese momento de 37 años y sin haber participado con regularidad en las eliminatorias.

«No fue decisión mía (no haber jugado), por eso estoy tranquilo, sé que di todo de mi parte. Ahora voy a pensar en mi club y también en lo que sigue en selección, en mi cabeza ya está Brasil», declaró tras la eliminación mexicana ante Argentina en octavos.

La revancha llegó justamente en 2014, en Brasil, donde Ochoa fue, con 28 años, por primera vez titular en un Mundial. La espera valió la pena: ante los anfitriones, en la segunda fecha del grupo, el portero tuvo una de las mejores actuaciones individuales de su carrera. Los elogios por mantener el 0-0 ante el pentacampeón del mundo no se hicieron esperar.

El mes pasado, en la previa de un amistoso entre México y Dinamarca, el portero danés Kasper Schmeichel, el segundo con más paradas en Rusia (10) destacó entre sus rivales a Ochoa. «Obviamente lo conozco, lo recuerdo del Mundial de 2014, tuvo un gran torneo, es un excelente jugador», dijo.

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