Ekaterimburgo
DPA
El japonés Keisuke Honda está en el ocaso de su carrera, pero su gol para empatar el duelo ante Senegal lo convirtió en el mejor anotador asiático de los Mundiales y en el primero en marcar en tres torneos para Japón.
Honda hizo el 2-2 ante los africanos a los 78 minutos, cuando llevaba apenas seis en la cancha. Pero no solo le dio un punto vital a su equipo, sino que a los 32 años, inscribió su nombre en los anales del fútbol japonés.
El delantero es el primer asiático en anotar cuatro tantos en el torneo más importante de clubes y el primer japonés que convierte en tres citas diferentes, tras lograrlo en 2010 y 2014.
El empate sitúa tanto a japoneses como a senegaleses en lo alto del Grupo H y a tan solo un punto de avanzar a octavos, algo que deberán lograr el jueves ante una Polonia eliminada y una necesitada Colombia, respectivamente.
«La situación se hubiera puesto muy difícil si no llego a anotar», dijo Honda.
El mediapunta acumula 37 goles y 25 asistencias en 97 participaciones con Japón. En Sudáfrica 2010 anotó frente a Camerún y Dinamarca mientras que en Brasil 2014 lo hizo frente a Costa de Marfil.
Para Honda, cuya carrera le llevó por el Venlo holandés, el CSKA de Moscú y el Milan antes de llegar al Pachuca mexicano actual, la de Rusia 2018 será casi con toda probabilidad su última participación mundialista.
«Quiero disfrutarlo», comentó al respecto del torneo, en el que Japón tiene la oportunidad de alcanzar los octavos de final por tercera vez tras lograrlo en 2002 y 2010.
El entrenador Akira Nishino lo definió como «un jugador muy versátil», pero por ahora reserva la titularidad para Yuya Osako.
Honda también ingresó desde el banco en el triunfo por 2-1 sobre Colombia, que también fue histórico al ser el primero de un equipo asiático sobre uno sudamericano en un Mundial.
El domingo, la valentía de Nishino en los cambios buscando reforzar el ataque para empatar ante la peligrosa Senegal tuvo premio.
