Volgogrado, Rusia
DPA

El arquero egipcio Essam El Hadary se convirtió hoy en el futbolista más veterano que disputa un Mundial con su participación en el tercer partido de grupo de Rusia 2018 ante Arabia Saudí.

Tras ser suplente en los primeros dos partidos frente a Uruguay y Rusia, el arquero jugó hoy en la derrota por 2-1 en Samara. El arquero atajó incluso un penal a Fahad Almuwallad, pero su equipo acabó cayendo con un agónico tanto de los saudíes en el quinto minuto de descuento. Egipto se despide así de Rusia con tres caídas.

Con 45 años, cinco meses y diez días, El Hadary superó en más de dos años a otro arquero, el colombiano Faryd Mondragón, dueño hasta ahora del récord por haber jugado en la victoria por 4-1 de su país sobre Japón en Brasil 2014 a los 43 años y tres días.

«Seré el hombre más feliz del mundo», adelantó el egipcio antes del Mundial sobre la posibilidad del récord. «Jugué y gané muchos partidos, recibí muchos premios, pero trabajé muy duro durante 25 años y siempre aspiré a jugar un Mundial».

Nacido el 15 de enero de 1973, el fornido arquero de 1,88 metros es una leyenda en África y uno de los futbolistas con más títulos del continente, además de acumular 159 partidos con la selección de su país.

Desde su debut en primera en 1993, cuando muchos jugadores de Rusia 2018 no habían nacido aún, soñó con disputar un Mundial, logro que Egipto alcanzó después de 28 años gracias a la actuación del arquero y de su estrella, el delantero Mohamed Salah, en las eliminatorias.

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