Sochi, Rusia
DPA

Pánico en Rusia 2018. La selección campeona del mundo, Alemania, rozó hoy la tragedia en el Mundial de fútbol y estuvo al borde de caer eliminada en primera ronda, pero firmó una remontada heroica por 2-1 jugando con diez hombres en el tramo final.

Convertido en héroe en una noche en que pudo acabar de villano en el Fisht Stadium de Sochi, Toni Kroos salvó a Alemania con un agónico gol de tiro libre en el minuto 95, después de que la «Mannschaft» coqueteara con la eliminación tras el final del primer tiempo.

El sueco Ola Toivonen sacudió los cimientos de la poderosa «Mannschaft» en el minuto 32, antes de que Marco Reus marcase el empate en el 48′ y alejase el fantasma de una bochornosa eliminación germana en la fase de grupos, un escenario inédito desde 1938.

El defensa Jerome Boateng dejó a su equipo con diez hombres en el tramo final tras ver la segunda amarilla en el 82′ por una dura entrada sobre Marcus Berg.

El equipo entrenado por Joachim Löw, sin embargo, necesita mejorar mucho en el juego defensivo si quiere evitar la eliminación. El mediocampo, pilar del equipo campeón de hace cuatro años, se tambalea y pierde balones con una facilidad pasmosa en la salida de la pelota. Kroos había tenido una noche aciaga en el Fisht antes de marcar el gol del triunfo, aunque toda la línea defensiva hizo aguas por momentos.

Con el equipo golpeado tras la inesperada caída ante México, Löw realizó cuatro cambios en el once inicial para intentar cambiarle la cara a la campeona, cansada y desnortada en su debut en Rusia.

Pese a su alergia a realizar cambios en el equipo base con el que ganó el título en Brasil 2014, el técnico quitó para el duelo a los campeones Sami Khedira y Mesut Özil, muy criticados por su apatía ante México, y mandó al campo a Sebastian Rudy y a Reus.

Además volvió a la banda izquierda Jonas Hector tras superar una gripe y Antonio Rüdiger sustituyó en la zaga a Mats Hummels, que presentó molestias en las cervicales.

Más ofensiva y decidida en el ataque, la «Mannschaft» volvió a tener sin embargo serios problemas en la defensa y en la salida del balón, donde Kroos dio el pase erróneo que condujo al gol sueco.

Alemania salió a buscar el partido desde el arranque ante una defensa escandinava, la zona fuerte del equipo del técnico Janne Andersson, que mostró debilidades en el primer cuarto de hora.

Pese a la clara superioridad teutona, los escandinavos estuvieron a punto de marcar el primero en el minuto 13′, pero una controvertida decisión del árbitro polaco Szysmon Marciniak, que le negó un penal a Berg, salvó a la «Mannschaft» de caer en desventaja.

Manuel Neuer paró el disparo de Berg cuando el delantero enfilaba solo hacia el arco en un veloz contragolpe, pero el sueco reclamó penal por un empujón bastante claro de Boateng. El árbitro descartó el VAR.

De repente inseguros, los campeones empezaron a perder ritmo y el once sueco se paró mejor en la cancha. Rudy tuvo que dejar el campo tras recibir un golpe accidental de un rival que le dejó la cara ensangrentada y fue remplazado por Ilkay Gündogan pasada la media hora.

Poco después llegó el golpe: Kroos dio un mal pase en el mediocampo y los suecos mandaron rápidamente la pelota al área. Toivonen controló y le ganó a un Rüdiger demasiado pasivo.

Poco antes del final del primer tiempo los escandinavos llegaron en otro contragolpe que pudo ser mortal y en el último suspiro de la primera mitad Neuer salvó a su equipo del 2-0.

Löw volvió a mover ficha y metió a un delantero neto más al campo en el arranque de la segunda mitad para salir a buscar con todo el resultado. Mario Gómez reemplazó al pálido Julian Draxler.

En una de las primeras llegadas de una «Mannschaft» herida en su orgullo, Reus hizo suspirar de alivio al banquillo y activó a la hinchada alemana en el Fisht mandando un centro a las redes para poner el empate.

Gómez se perdió una ocasión clara de adelantar a la «Mannschaft» en el 68′ y pateó desviado tras quedarse solo frente a la portería de Robin Olsen. En contrapartida, Kroos casi le regala un nuevo contragolpe a los escandinavos con otro pase errado.

Poco después, Boateng vio la roja. Luego llegó la heroica arremetida final germana. Kroos lanzó un maravilloso disparo y se vistió de héroe, cuando la noche pintaba muy negra para el campeón del mundo.

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