Kaliningrado, Rusia
DPA
La selección croata de fútbol debutó hoy con una cómoda e importante victoria por 2-0 sobre Nigeria en Kaliningrado para pasar a comandar en soledad el Grupo D del Mundial de Rusia 2018.
Oghenekaro Etebo, en contra de su valla, abrió el marcador a los 32 minutos para los croatas, que aumentaron la ventaja a los 71′ con un penal convertido por Luka Modric. Con ese resultado, Croacia lidera el grupo con tres puntos, seguido por Argentina e Islandia con una unidad.
El encuentro comenzó con Nigeria un poco más animada, pero con el correr de los minutos fue Croacia la que fue imponiendo su ritmo, el que dictaban desde el centro del campo Luka Modric e Ivan Rakitic. Con los jugadores del Real Madrid y el Barcelona marcando los tiempos, Croacia le fue dando vida a su juego, lanzando en ataque a Kramaric y Mandzukic.
Sin embargo, le costó generar ocasiones de gol frente al arco defendido por el joven Francis Uzoho. Por eso, las primeras aproximaciones llegaron con remates desde afuera del área, primero por intermedio de Ivan Perisic y luego a través de Kramaric, en ambas ocasiones apenas desviados.
A Nigeria le faltaba conexión entre sus medios y sus delanteros, por lo que casi no se acercaba al área defendida por Danijel Subasic, el portero del Mónaco.
Si bien dominaba hasta tres cuartos de campo, a Croacia le faltaba profundidad para crear peligro. Por eso, la apertura del marcador tuvo que llegar por una jugada de estrategia.
Modric ejecutó un córner al primer palo, donde Rebic anticipó a los defensores y desvió para la llegada por el segundo palo de Mandzukic. El cabezazo en palomita del delantero de la Juventus se iba por un costado, pero pegó en el pie de Etebo para transformarse en el primer tanto.
La diferencia era justa por lo que habían mostrado ambos equipos. Lo de Nigeria se limitaba a la voluntad, porque no le sobraban ideas al momento de atacar.
Ya después de la pausa, el conjunto africano pareció entrar mejor pisado, también beneficiado por la baja de intensidad que mostró el equipo balcánico. Fue entonces cuando Odion Ighalo estuvo cerca de igualar con un cabezazo, pero Subasic controló bien.
Con el correr de los minutos, el ímpetu de los nigerianos fue disminuyendo, al tiempo que Croacia revitalizaba su juego con las variantes que llegaron desde el banco.
Para colmo, cuando iban 70 minutos, William Ekong tomó en el área a Mandzukic al momento de intentar conectar un corner y Modric no falló desde los 11 metros: con categoría colocó la pelota junto al palo derecho de Uzoho, que fue al otro lado.
El tanto fue una sentencia del resultado, ya que Nigeria nunca tuvo respuestas anímicas ni futbolísticas para revertir el desarrollo. Por el contrario, Croacia controló todos los aspectos del juego y generó ocasiones como para conseguir una goleada.
