San Petersburgo
DPA

Demostrar que la hazaña del Mundial de Brasil 2014 no fue casualidad, buscar tres puntos clave en un grupo difícil y dejar atrás una mala preparación: esos son los múltiples desafíos a los que se enfrenta mañana el seleccionado de Costa Rica en su choque frente a Serbia por el Grupo E de Rusia 2018.

Cuando la pelota comience a rodar en el estadio de Samara, los «ticos» ya no serán un seleccionado desconocido para el planeta fútbol. Tras ser el equipo revelación hace cuatro años, Costa Rica encara el duelo ante los balcánicos con mucha expectativa, pero también con presión.

En un grupo que tiene a Brasil y Suiza como favoritos, los «ticos» saben que es imprescindible conseguir los tres puntos mañana. «De todo lo que hemos trabajado y todo lo que ha pasado en la eliminatoria, el partido contra Serbia es el más importante del proceso. Hay que ganarlo», dijo en la conferencia de prensa previa el entrenador Oscar Ramírez.

Hombre mesurado y de bajo perfil, Ramírez extiende su filosofía al campo de juego: «Equilibrio es la palabra clave para este partido. Hay que saber minimizar las virtudes del rival», explicó el exmundialista en Italia 1990.

Quizás el punto más alto de Serbia esté… en su altura: es el seleccionado con el promedio más alto: sus jugadores superan los 1.85 metros.

Entonces, el juego aéreo será una de las claves para Costa Rica. «El balón parado es un caso. Hay que tener armas para contrarrestar el juego aéreo, y sobre eso armamos la alineación», explicó Ramírez.

Por su parte, el seleccionador balcánico, Mladen Krstajic, dijo hoy en su conferencia de prensa en Samara que las derrotas de Costa Rica en su preparación son relativas. «No nos basamos en los resultados contra Bélgica e Inglaterra. Conocemos sus puntos fuertes, los hemos analizado y sabemos exactamente lo que hay que hacer».

A contramano de Costa Rica, que ganó protagonismo en los últimos años, Serbia «desapareció» del mapa futbolístico desde su participación en Sudáfrica 2010 (compitió como Serbia-Montenegro) y está con mucha ilusión en su regreso a la cita mundialista luego de ocho años.

En la clasificación, Serbia terminó invicta en 10 partidos, gracias al gran aporte del volante Nemanja Matic (Manchester United), el jugador más importante, y del veterano Branislav Ivanovic, que el domingo registrará un récord para su selección, con 104 partidos jugados.

Costa Rica tampoco tuvo problemas para acceder al Mundial (clasificó a falta de una fecha y juega su quinta Copa del Mundo), pero sí transitó un camino pedregoso en la recta final a Rusia, con inconvenientes físicos y derrotas en los fogueos.

El conjunto centroamericano sufrió una baja de último momento: el jueves, el defensa Ronald Matarrita quedó fuera del Mundial por una lesión en el muslo derecho y fue reemplazado por Kenner Gutiérrez, quien había sido parte del plantel previo al Mundial.

Además, durante esta semana el capitán Bryan Ruiz mostró algunas molestias físicas en la espalda y en la rodilla derecha y apenas pudo jugar su primer partido de preparación hace cinco días ante Bélgica, en el que anotó el único gol «tico». Ruiz y el arquero del Real Madrid, Keylor Navas, son los grandes pilares de la ilusión «tica».

Artículo anteriorAlemania arranca la defensa del título ante México
Artículo siguienteBrasil inicia su proceso de sanación mundialista ante Suiza