Por KRISTIE RIEKEN
HOUSTON
Agencia (AP)
El liderazgo, la experiencia y la vocación de sacrificio de Chris Paul han colocado a Houston a un triunfo de la final y a los Warriors al borde de la eliminación.
Ahora, los Rockets esperan nerviosos para ver si la pierna lastimada del armador está suficientemente fuerte para dar ese paso que falta hacia la serie por el título de la NBA.
Eric Gordon ingresó como suplente para aportar 24 puntos y un robo que sentenció ayer la victoria de Houston por 98-94 sobre Golden State.
El robo de Gordon llegó en la última jugada de Golden State, con lo que Houston tomó una ventaja de 3-2 en la final de la Conferencia del Oeste. Los Rockets serán visitantes en Oakland mañana, cuando se realizará el sexto partido.
Buscarán eliminar a los campeones vigentes de la NBA y avanzar a lo que sería su primera final de la liga desde que hilaron títulos consecutivos en 1994 y 95.
Paul anotó 20 puntos y James Harden tuvo muchas dificultades para totalizar 19. En el último minuto, Paul abandonó el encuentro, debido a una lesión de muslo, que podría marginarlo del sexto duelo de la serie.
“No está muy contento”, reconoció el entrenador Mike D’Antoni. “Él quería estar ahí, y desde luego que está preocupado… Veremos mañana como va todo”.
Paul recibía tratamiento después del partido, y no habló con la prensa.
Kevin Durant anotó 29 tantos por los Warriors, que perdieron el quinto encuentro de una serie de playoffs apenas por segunda ocasión desde 2015.
Tal como le podría ocurrir a Cleveland en la Conferencia del Este, Golden State corre el riesgo de ver cortada una racha de tres viajes consecutivos a la final de la NBA.
“No hemos estado en esta situación antes… así que es un capítulo que necesitamos resolver para finalizar la historia”, comentó Stephen Curry.