Barcelona,
Agencia dpa
Con el mágico Andrés Iniesta en el foco de todas las miradas y en todas las gargantas, el Barcelona cerró hoy su brillante campaña en la Liga española de fútbol con una victoria por 1-0 ante la Real Sociedad con un espectacular gol del brasileño Philippe Coutinho.
Fue el broche de oro a un torneo casi perfecto de los catalanes que, proclamados campeones desde hace semanas, pudieron rendir el mejor de los homenajes al genial mediocampista español sin preocuparse del resultado.
A sus 34 años y antes de emprender una nueva aventura en el fútbol asiático, Iniesta recibió el reconocimiento unánime de toda la hinchada «culé» en su último partido con la camiseta azulgrana. También, una vez concluido el choque por la trigésimo octava fecha, el último tributo después de varias semanas de larga despedida.
Desde que saltó al césped del Camp Nou hasta que casi dos horas después levantó el trofeo de la Liga, su trigésimo segunda conquista con el Barcelona, el «mago» español recibió constantes muestras de cariño y agradecimiento.
«Infinit Iniesta», decía el espectacular mosaico con el que los fans azulgrana recibieron a los hombres dirigidos por Ernesto Valverde.
«¡Iniesta, Iniesta, Iniesta!», se oyó instantes después de que el «speaker» del coliseo azulgrana saludara al genio del Barcelona y a Xabi Prieto, el capitán de la Real Sociedad, que también disputó último partido con la camiseta donostiarra.
Los dos capitanes salientes se intercambiaron unos obsequios, antes de que Xavi Hernández entregara a Lionel Messi el trofeo de mejor jugador del mes de abril.
Ausente en la única derrota del Barcelona en toda la Liga, en la pasada fecha frente al Levante, el genio argentino tampoco formó hoy en el once inicial de Valverde.
Desde el banco, el 10 azulgrana vio cómo una pancarta gigante con el lema «Gracias por tanto» sobre la imagen de Iniesta y de La Masia se desplegaba en la tribuna norte del Camp Nou en el minuto ocho de partido.
Instantes después, el 8 del Barcelona conectaba su primer disparo en el arco contrario. Fue uno de los pocos ataques de los hombres de Valverde en una primera parte con poco juego y sin apenas ocasiones de peligro.
Gerard Piqué falló estrepitosamente en la más clara para los catalanes, mientras que Ivan Rakitic tampoco acertó en un buen cabezazo.
La Real Sociedad, que había iniciado el choque con un remate de William José a las manos de Marc André Ter Stegen, apenas inquietó al arquero alemán.
Los vascos y el árbitro irritaron, en cambio, a la hinchada azulgrana cuando Raúl Navas protagonizó una brutal entrada sobre el tobillo de Ousmane Dembélé y José Munuera sólo castigó la acción con una tarjeta amarilla. El mediocampista francés fue sustituido a los ocho minutos de la segunda parte, cuando la hinchaba coreaba enérgicamente a Iniesta.
«Sense tu no hi ha més futbol» (Sin ti no hay más fútbol), proclamó entonces la tremendista pancarta de un fan «culé».
Coutinho, que llegó en enero con la errónea etiqueta de sucesor de Iniesta, quiso desmentirlo con su fantástico gol. Desde el borde del área, el mediocampista brasileño conectó una rosca imparable tras zafarse de su defensor.
La ovación fue luego para Messi, que animó la última media hora de partido y compartió con su aliado Iniesta sus últimos 15 minutos juntos sobre la cancha.
Valverde sustituyó al «mago» español a diez minutos para la conclusión del choque y éste se fundió en un largo abrazo con el argentino mientras le cedía el brazalete de capitán.
En un Camp Nou especialmente animado y cantarín, su nombre ya no dejó de sonar atronadoramente. Se venía el homenaje definitivo, el momento agridulce de la último trofeo levantado y del irremediable adiós.
