INDEPENDENCE, Ohio, EE.UU.
AP

Han sobrevivido en medio de la turbulencia durante meses, su temporada se transformó en el “reality show” más atractivo de la NBA o, como algunos lo llamaron, en un espectáculo.

Los Cavaliers de Cleveland han sido templados por el dramatismo interminable que les rodea. Así que no es sorpresa que estén tranquilos a pesar de encontrarse abajo 2-0 en la final de la Conferencia del Este ante los Celtics de Boston.

“Sabemos lo que se necesita”, dijo el entrenador Tyronn Lue. “Estamos abajo 0-2. No es necesario entrar en pánico”.

“Sabemos lo que tenemos que hacer”, añadió el alero estelar Kevin Love previo al tercer juego de la serie, el sábado.

Los Cavs han estado en una posición desesperada antes en la postemporada.

Apenas hace dos años, Cleveland estuvo abajo 2-0 y 3-1 en la Final de la NBA ante Golden State, antes de regresar para ganar en siete juegos y terminar con la sequía de 52 años sin campeonatos de la ciudad. Y en los playoffs de 2007, LeBron James rescató a los Cavs de un déficit de 2-0 contra Detroit. El “Rey” James su legado al anotar los últimos 25 puntos de Cleveland durante una victoria en el quinto partido como visitantes.

Pero si Cleveland tiene alguna historia de remontadas de su lado, Boston cuenta con el impulso en la serie, y los Celtics intentan mantenerlo.

“Vamos a intentar aprovecharlo y montarnos en esto”, dijo el alero Marcus Morris.

Como se esperaba, James se reivindicó tras una actuación discreta en el primer duelo, anotando 42 puntos con 12 asistencias y 10 rebotes en el segundo. Aun así, los Cavs perdieron por la escasa producción de varios compañeros, más notablemente de los escoltas J.R. Smith y George Hill. Ambos han sido totalmente superados por Jaylen Brown y Terry Rozier hasta aquí, y eso podría ser desesperanzador para Cleveland.

No para los Celtics, que ganaron confianza al evadir el impacto de James.

“Ese es un punto de inflexión por sí mismo”, dijo Morris, uno de los muchos defensores que el entrenador de los Celtics, Brad Stevens, está utilizando para marcar a James. “LeBron salió e hizo todo lo que pudo. Para sus muchachos, vieron eso y aun así se quedaron cortos. Es un sentimiento de retroceso, del tipo que te pone en un estado de ánimo en el que no quieres estar”.

Hablando de estados de ánimo, James, que no ha conversado con los medios de comunicación desde el juego del martes, gritó una obscenidad por frustración mientras trabajaba en su disparo después de la práctica. Encestó 12 tiros consecutivos antes de fallar, pero James, que busca llegar a su octava final de la NBA, sabe que tendrá que estar cerca de la perfección de aquí en adelante.

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