Por Ignacio Encabo
Madrid
Agencia (dpa)

Las grandes Ligas del fútbol europeo ya están sentenciadas y algunas de ellas incluso terminadas, pero este fin de semana habrá grandes dosis de emoción en Barcelona, Turín y Madrid.

Se derramarán lágrimas en las tres ciudades para despedir a Andrés Iniesta, Gianluigi Buffon y Fernando Torres. Aunque no colgarán las botas todavía, sí vestirán por última vez la camiseta del club de sus amores.

Iniesta dirá «adéu» al Barcelona, Buffon pronunciará un «arrivederci» ante los hinchas de la Juventus de Turín y Torres se despedirá con un «adiós» del Atlético de Madrid. Tres clubes históricos que pierden a jugadores que son verdaderos mitos. Y el destino quiso que el último partido de cada uno de ellos fuera delante de sus aficionados.

Iniesta, de 34 años, anunció recientemente que dejará el Barcelona al final de la temporada tras toda una vida de azulgrana. El centrocampista, pura magia con el balón en los pies, aterrizó en el club cuando era un niño de 12 años y se irá con 32 títulos, entre ellos nueve Ligas españolas, seis Copas del Rey, cuatro Ligas de Campeones y tres Mundiales de Clubes.

«Este club se merece todo lo mejor de mí y entiendo que en el futuro más cercano no se lo podría dar a nivel físico ni mental», aseguró a finales de abril entre lágrimas un Iniesta que también es campeón del mundo y de Europa con la selección española.

No son pocas las voces que aseguran que Iniesta sigue estando en plena forma para jugar otra temporada con el Barcelona, pero el centrocampista tiene totalmente meditada la decisión.

«Me he exprimido al máximo y me he dejado el alma. Me conozco, sé cómo estoy y entiendo que, a partir de ahora, todo iba a costar algo más», señaló Iniesta.

Su último partido será el domingo ante la Real Sociedad y los hinchas azulgranas le dedicarán un mosaico con el lema «Infinit Iniesta». Además, tumbarán el número 8 del centrocampista para recordarle que su legado no tendrá fin.

Todavía se desconoce su futuro, aunque él ya dejó claro que no jugará en Europa. China y Japón aparecen como los destinos más probables de un jugador con la extraña cualidad de enamorar con su fútbol a todas las aficiones rivales.

Nadie en el Camp Nou olvidará sus filigranas, su elegancia y su saber estar en el campo, como tampoco caerán en el olvido las paradas de Buffon con la Juventus de Turín.

El mítico portero, que cumplió 40 años en enero, reveló el jueves que el de mañana ante el Hellas Verona será su último encuentro con la camiseta de la Juventus.

Buffon fichó por la «Vecchia Signora» en 2001 y desde entonces fue el titular indiscutible. Sobrevivió a un descenso de la Juve por sobornos, ganó nueve Ligas -las últimas siete de forma consecutiva- y se convirtió en un símbolo del equipo.

Respetado en todos los campos que visitó, Buffon todavía no ha decidido qué hará ahora. Puede que acepte una de las «ofertas estimulantes» que le han puesto encima de la mesa, pero también puede colgar los guantes y trabajar en la Juve desde un puesto nuevo.

Lo que tiene claro es que si sigue, lo hará al máximo nivel. «Soy un animal competitivo. Yo no puedo vivir en campeonatos de tercer o cuarta fila. Ahí no me sentiría completo».

Si Iniesta y Buffon se despedirán siendo todavía titulares e indispensables, no puede decir lo mismo Torres. El delantero español de 34 años recibirá el domingo un homenaje en el Wanda Metropolitano durante el Atlético-Eibar.

Torres ingresó en las categorías inferiores del Atlético de Madrid cuando era un niño y se convirtió en un ídolo de su hinchada desde 2001, cuando debutó con el primer equipo en la Segunda División.

En 2007 fue traspasado al Liverpool y en enero de 2011 fichó por el Chelsea, donde jugó tres temporadas y media. En 2014 fue cedido al Milan y el 29 de diciembre de 2014 se concretó su regreso al Atlético de Madrid entre el clamor de sus seguidores, que en un asombroso número de 45 mil hinchas acudieron a la presentación en su vuelta.

Sin embargo, no tuvo el protagonismo esperado en su regreso. De hecho, esta temporada jugó apenas 14 partidos de titular y ninguno de ellos de gran envergadura.

Pero más allá de eso, la despedida tendrá un sabor más que dulce tras la conquista el miércoles de la Liga Europa. Torres regresó al Atlético habiendo ganado un Mundial, dos Eurocopas, una Liga de Campeones y otra Europa League, pero le faltaba algo: levantar un título de rojiblanco.

«A nivel sentimental, la Europa League está en lo más alto, estaré agradecido para siempre», dijo el miércoles el «Niño» tras la final de Lyon. Al igual que Iniesta y Buffon, Torres aún no sabe dónde jugará la próxima temporada.

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