Barcelona
Agencia (dpa)
El choque entre los pilotos de Red Bull en el Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1 no dejó secuelas, aseguran desde el equipo energético antes de la carrera del fin de semana en Barcelona.
«No hay mala sangre. El capítulo está cerrado», afirmó el director deportivo de la escudería, Helmut Marko, en una entrevista con la revista «Sport Bild». El jefe de Red Bull añadió que ambos pilotos, el australiano Daniel Ricciardo y el holandés Max Verstappen, continuarán teniendo libertad para conducir, sin órdenes de equipo que se impongan.
Ricciardo y Verstappen se cruzaron en pista varias veces hace dos semanas en Bakú, hasta que un choque entre ambos los dejó fuera de carrera. Cerca del final, el australiano intentó adelantar al holandés, que cambió su línea de marcha en plena recta. Ricciardo buscó pasarlo por el otro lado, pero terminó embistiendo de atrás a su compañero de equipo y provocó el incidente.
«Deben tener el suficiente cerebro como para ni siquiera llegar a una situación así», había dicho Marko justo después de la colisión.
Más allá de los dichos públicos, Marko cree que los ingenieros de carrera podrán intervenir para evitar que ambos pilotos se vuelvan a cruzar en pista.
Red Bull no vive duelos entre pilotos desde los cruces entre Sebastian Vettel y Mark Webber en 2010. Según Marko, la diferencia es que Verstappen y Ricciardo tienen una buena relación, algo que no ocurría entre el alemán y el australiano en esa época.